* El próximo lunes 28, monseñor Leopoldo González asumirá formalmente su responsabilidad al frente de la Arquidiócesis, con una visita a una de las colonias más peligrosas del puerto

 

ANA LILIA TORRES

 

ACAPULCO.— Representantes de la Arquidiócesis de Acapulco y feligreses católicos realizan los preparativos para dar la bienvenida al nuevo arzobispo, monseñor Leopoldo González González, el próximo lunes 28 de agosto del presente año.

El recibimiento por su llegada se realizará en el Santuario del Padre Jesús de Petatlán, en ese municipio de la Costa Grande.

Es mismo día, a las cinco de la tarde, será recibido en Acapulco en la parroquia del Perpetuo Socorro, ubicada en la colonia Zapata, una de las catalogadas como de las que mayor índice de violencia registran en el municipio.

El administrador diocesano, Rafael Valencia González, informó que ante el próximo arribo del nuevo arzobispo, todos los fieles, religiosos, religiosas, sacerdotes, comunidades y grupos, “nos disponemos para recibirlo con los brazos abiertos a través de una serie de actividades que se llevarán a cabo”.

Señaló que se trata de un encuentro cercano, en donde el nuevo arzobispo y la comunidad tendrán la oportunidad de convivir por primera vez.

De acuerdo con la programación, el martes 29, en punto de las diez de la mañana, y de acuerdo a los protocolos establecidos en el Derecho Canónico, monseñor González González realizará la Profesión de Fe, en Sagrario Catedral, ceremonia que se realizará en el zócalo porteño.

Posteriormente, a las doce del día, se llevará la solemne celebración Eucarística, ceremonia que se realizará en el salón Teotihuacán del Centro Internacional Acapulco (CIA).

El administrador diocesano dijo que se está invitando a todos a unirse a este gran evento y orar por el inicio del ministerio que encabezará monseñor Leopoldo González.

En otro tema, el clérigo dijo que en estas vacaciones de verano, en las que se presenta una importante afluencia de turistas, es necesario que los visitantes tomen medidas y no se expongan a situaciones de riesgo.

Dijo que en un afán de vivir experiencias distintas, los turistas se arriesgan y no toman las medidas adecuadas para cuidar su vida y la de los suyos.

Tal es el caso del fenómeno de mar de fondo, ya que a pesar de la alerta que se emite para que los bañistas tengan cuidado ante la presencia de marea alta, muchos prefieren hacer caso omiso y se arriesgan a introducirse al agua, lo que ha dado como resultado personas lesionadas y, en el peor de las situaciones, la pérdida de vidas.

Otro caso es el que recientemente se dio a conocer a través de los medios de comunicación, en donde un grupo de turistas, saltó y escaló sobre los acantilados, esto con el afán de tomarse fotos, arriesgándose a sufrir algún accidente, sin embargo, los visitantes deben tomar conciencia sobre lo que implica no medir el peligro.