Alejandro Mendoza

 

Esto me gusta mucho: Tómate un momento para pensar en aquellas personas que conoces que son congruentes. ¿Qué características les son propias? ¿Cómo sabes que son congruentes? ¿Qué significa ser congruente para ti?

Piensa en aquellas personas que conoces que son incongruentes. ¿Qué las caracteriza? ¿Cómo identificas la incongruencia? ¿Qué significa ser incongruente para ti?

Entiendo a la persona congruente como aquella que vive según sus valores. Lo contrario para mi es aquella persona que contradice con su acción su pensamiento.

La congruencia es esa sensación de coherencia, de veracidad, de certidumbre, de sinceridad, que nos proporciona nuestra fuerza interior, cuando todas nuestras partes internas están alineadas hacia un mismo objetivo, hacia un mismo fin, es decir, todos nuestros “yoes” están de acuerdo –al menos por una vez—, en colaborar y trabajar en equipo a nuestro favor, cosa que no siempre es fácil de conseguir, ya que todos estamos compuestos de múltiples partes, “yoes” o facetas de nuestro ser, que no siempre desean lo mismo.

Un ejemplo de congruencia me lo dan aquellas personas que entienden que la salud es su bien más preciado, que de nada les sirven el dinero y las propiedades si no se encuentran lo suficientemente sanos como para disfrutarlos, y luego hacen lo necesario para permanecer sanas. Esto puede pasar por identificar las claves de una vida sana y luego ajustar los propios hábitos para que encajen con el ideal: cuidar lo que comen, hacer ejercicio con regularidad, mejorar sus relaciones, buscar un trabajo que les satisfaga emocionalmente.

Otro ejemplo me lo dan las personas que entienden que van a pasar como mínimo ocho horas diarias dedicadas a su trabajo y consideran que merece la pena que esa dedicación les compense más allá del dinero. Tal vez piensen en buen ambiente, lazos de amistad, sentido de contribución, posibilidad de expresarse creativamente. Si a las 24 horas del día les quitamos ocho horas de sueño, las ocho horas de trabajo ascienden a la mitad de la jornada (esto sin atender a los desplazamientos ni al tiempo que estamos fuera del trabajo, pero pensando en él). Entonces algunas de las personas que son conscientes del tiempo que van a dedicar al trabajo son congruentes con esto y hacen lo posible para establecer un estilo de vida que les lleve a satisfacer sus principios.

En el otro extremo están las personas incongruentes: piensan que la salud es importante, pero fuman y comen alimentos tóxicos; piensan que les deben la vida a sus padres pero no les cuidan lo más mínimo; consideran que lo importante en la educación de sus hijos no son solamente las palabras sino el ejemplo que les pueden dar y sin embargo discuten de forma airada, se enfadan y les hieren.

Cuando una persona es congruente de pensamiento y acción, esto es, cuando lo que hace va en la dirección de lo que piensa, comienza a andar el camino que le lleva a conseguir aquello que quiere.

Es como ser el director de nuestra propia orquesta: no se trata de que todos los músicos toquen el mismo instrumento, sino que todos se pongan de acuerdo en la melodía a interpretar.

El resultado de la congruencia es el poder personal, el carisma, la energía, y es la base sobre la que se apoya el liderazgo. “Walk what you talk”, es decir, haz lo que predicas, enseña con el ejemplo.

Dijera Inma Capo de Éxito Personal: Que tus actos sean el reflejo de tus palabras. Que tu vida hable de ti por sí sola. Y ello requiere de un gran trabajo personal, de un férreo autocontrol donde no se dan más permisos que aquellos que ayuden a configurar nuestra vida como una perfecta obra de arte.

Lo contrario es lo que muy a menudo observamos a nuestro alrededor. “Lo que eres habla tan alto que no escucho lo que dices.” La incongruencia es el dominio del ego, de las justificaciones, del autosabotaje, del autoengaño.

Piensa también en todo aquello que te estás perdiendo a causa de esta incongruencia ¿Qué podrías tener que no tienes? ¿Cómo de distinto podría ser todo? ¿A qué estás renunciando por seguir aferrado a esa incongruencia? Ahora dime, ¿has notado las veces que has parpadeado durante los dos últimos minutos?

Si tomas la decisión de cambiar y emprendes la acción, ¿qué ganarás? Te invito a que hagas una relación de cómo sería todo si fueses congruente. ¿Qué sentirías? ¿Qué pensarían los demás de ti? ¿A quién servirías de modelo? ¿Qué otras cosas podrías conseguir? ¿Cómo impactarías en tu entorno? Si tan solo tomases esa decisión y la siguieses de la acción, ¿cuál sería el mayor beneficio a corto plazo? ¿Y a largo plazo? ¿Cómo cambiaría tu futuro?

Hazte el favor de cambiar.

Los errores fueron míos, los aciertos de Dios, sonría, sonría y sea feliz

almepa10@yahoo.com.mx