¿De fiesta?
Felipe Victoria
No pudo pasar más contento su cumpleaños 59 el gobernador Héctor Antonio Astudillo Flores, que recibiendo la visita de trabajo del primer mandatario mexicano, para inaugurar la primera fase de la magna obra que se antojaba imposible cuando marcó el inicio Ángel Aguirre Rivero.
El túnel más largo de México ya fue puesto en servicio para gozo de muchos que podrán evitar la tortuosa travesía por la carretera Escénica en temporadas concurridas.
Este martes 4 de julio, los USA cumplen 241 años de que declararon su independencia en 1776, cuando la Nueva España seguía dominada por la Corona Española con nefastos Virreyes saqueando las riquezas naturales del enorme territorio vecino de las colonias inglesas que redimió George Washington.
Tres décadas después estallaría en Dolores, Guanajuato, el movimiento de insurgencia y hasta 1821 se declaró la independencia de México en Iguala, Guerrero, promulgando la Constitución Política de la República, en octubre de 1824, con su primer presidente Guadalupe Victoria.
Obviamente nuestro primer texto constitucional se parecía enormidades al de la Unión Americana, con la diferencia de que allá le tienen un enorme respeto y aquí la hacen como quieren cada que se les ocurre; por eso aquél país está mucho más desarrollado y las diferencias sociales no son tan marcadas.
Somos vecinos medio incómodos pero ni modo, ninguno puede cambiarse de ubicación; ambos pueblos casi simpatizan, pero a través del tiempo los gobernantes no han encontrado una mejor fórmula para convivir sin rencillas, envidias ni intrigas.
Por cierto, ¿qué tanto han intervenido los mandatarios de los USA en aprobar o bendecir a los que en México han escogido para ser los candidatos triunfadores, sobre todo a partir del Siglo XX y en lo que va de este milenio?
¿Le alcanzará el tiempo a Donald Trump para recomendar al cuate de su hijo y yerno con Enrique Peña Nieto, para que lo imponga junto con el Grupo Atlacomulco para contender contra el tenaz Andrés Manuel López Obrador y la maraña de alianzas extrañas que preparan en su contra? ¿Se colará algún candidato independiente?
Imposible hasta este momento hacer cualquier pronóstico, sobre todo porque el nixoniano fantasma del Watergate ronda por “Washingtrump” y pudieran tumbar a ese presidente por no respetar cabalmente la constitución de ese país. Primero necesitan poner paz y orden allá.
Aquí, a un año de la contienda electoral, las patadas bajo la mesa es lo que se escucha dentro de los principales partidos, A Margarita Zavala Gómez del Campo se le rebelan Ricardo Anaya y Rafael Moreno Valle.
En las filas perredistas Miguel Mancera da brinquitos en falso gracias a los desplantes y desprecios de López Obrador, que no logró que Juan Zepeda doblara las manos ante su Morena y demasiado se habla ya de un frente común de las izquierdas contra AMLO.
Donde el comal está que arde es en las filas tricolores. A Miguel Ángel Osorio Chong los mexiquenses del Grupo Atlacomulco no lo quisieran como candidato; pretextos les sobran.
En ese partido el desgreñadero ya está entre los que sí se disciplinarían ante Luis Videgaray, si Donald Trump lo recomienda, pero las zancadillas entre Luis Enrique Miranda Nava con Aurelio Nuño y Eruviel Ávila están color de hormiga, con José Antonio Meade Kuribreña en la banca de reserva calentando y cuidado las finanzas.
Por ello previsoramente Peña Nieto analiza la menor vulnerabilidad de José Narro Robles, la frescura de Enrique de Lamadrid Cordero y la eventualidad de echar mano de la mejor reserva de la casa, aquel fogueado priísta que no quiso ser candidato sustituto en 1994 y por algo lo mantienen “tapado”. Cuestión de alta estrategia emergente.
De la narcoviolencia e inseguridad pública de plano ya no dan ganas de hablar; no se ve una real decisión política de poner las cosas en el orden que debieran estar, con total energía legal y sin contemplaciones ni concesiones a la delincuencia organizada.
El mejor pretexto para no hacer lo necesario las corporaciones policiacas lo tienen en el tan cacareado “respeto irrestricto a los derechos humanos”, donde se les extravió la brújula y los beneficiados son los malandrines en lugar de las víctimas
Para acabarla de amolar, la implementación del nuevo sistema penal acusatorio ha resultado un fiasco, pero al fin y al cabo las millonadas que calcularon gastar en las faraónicas adecuaciones ya fueron convenientemente distribuidas bajo la mesa; delinquir y quedar impunes es más fácil ahora.
¿Qué clase de país le dejará Enrique Peña Nieto a quien quiera que lograra ganar las elecciones si es que se realizan el año entrante?
¿Hasta dónde analizan el porvenir las fuerzas armadas en su sepulcral silencio y disciplina de lealtad absoluta al comandante supremo? En un caso dado, ¿estarían con el jefe, las instituciones o con el pueblo?
Difícil hablar del tema ahora que desde los USA el New York Times nos recordó aquella obra literaria de Juan Ruiz de Alarcón: “Las Paredes Oyen” y que la sicosis del espionaje telefónico y cibernético ya contagió a todos, pero ni así dejan de estar como zombis adheridos al telefonito móvil.
Más vale no apanicarse y mantenerse serenos morenos, que en boca cerrada no entran moscas.