Alejandro Mendoza

 

El creer que las leyes se respetan o no, refleja la cultura de la legalidad desde la perspectiva colectiva de una sociedad, pero no individual, es decir, una persona en particular pudiera considerar que la sociedad respeta las leyes, pero desde su punto de vista se podrían encontrar excepciones al cumplimiento del marco normativo.

La cultura de la legalidad se refiere al conjunto de conocimientos, creencias, costumbres y símbolos en los miembros de una sociedad, sobre aspectos de la vida colectiva relacionados con las normas jurídicas y su aplicación. En otras palabras, es el posicionamiento de los integrantes de la sociedad frente al conjunto de elementos jurídicos, su proceso de creación, y correcta aplicación.

Concebida así, la pregunta central sobre la cultura de la legalidad, es sí los ciudadanos consideran que se respetan las leyes. Otros aspectos relevantes de analizar, es si las personas se desvían de la necesidad de cumplimiento de la ley al encontrarse con determinados motivadores, como, por ejemplo, la impunidad ante la ocurrencia de un delito grave, o la naturaleza injusta de una determinada ley.

De acuerdo con el Informe sobre la Calidad de la Ciudadanía en Guerrero (ISCCG) 2016, en el rubro de la Cultura de la Legalidad, que dieron a conocer el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana del Estado de Guerrero y el Instituto Internacional de Estudios Políticos Avanzados Ignacio Manuel Altamirano, el resultado es contundente en el sentido de que las personas consideran que las leyes se respetan poco, o nada.

En tal sentido, poco más del 71 por ciento de la ciudadanía percibe una incompleta aplicación de las leyes. En el panorama por regiones Acapulco y la zona Centro presentan las tasas más bajas de percepción de respeto a las leyes, mientras que las regiones Norte y Montaña tienen las tasas más altas.

La percepción de respeto a las leyes se encuentra asociada con algunos elementos sociodemográficos como la escolaridad y la edad de las personas. En cuanto a la escolaridad, el cruce de variables indica que, a mayor escolaridad, la percepción de que se respetan las leyes incrementa, aunque en las personas con universidad y más se presenta una caída ligera en esta percepción.

Respecto a la edad, se observa que los grupos de mayor edad tienen una visión más pesimista que los grupos más jóvenes, en cuanto al cumplimiento de las leyes. Por ejemplo, mientras que el 74.3 por ciento de las personas con 60 años y más, consideran que las leyes se respetan poco o nada, esa misma apreciación la tienen el 70.5 por ciento de las personas entre 18 y 24 años. O bien, mientras que el 29.4 por ciento de los jóvenes consideran que las leyes se respetan mucho o algo, sólo el 24.8 por ciento de los adultos mayores lo consideran así.

Quizá la forma más práctica de entender este tema, es el que se planteó este Informe al preguntarle a los ciudadanos la siguiente situación hipotética: si una persona mata a alguien y las autoridades no hacen nada, ¿los miembros de la comunidad tienen derecho o no de hacer justicia por sus propias manos?

Un sentido de legalidad estricto en cualquier individuo llevaría a rechazar categóricamente la justicia por propia mano, tal como lo plantea el artículo 17 de la Constitución Federal. No obstante, el Informe revela que en Guerrero el 51. 2 por ciento de la población encuentra inacción de la autoridad ante un homicidio, razón suficiente para ejercer la venganza privada.

Los errores fueron míos, los aciertos de Dios, sonría, sonría y sea feliz

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