* “Seguimos en pie, no vamos a aceptar ninguna indemnización, ningún finiquito, estamos decididos a luchar por nuestra reincorporación”, advirtieron los uniformados

 

Gilberto Guzmán

 

Policías estatales que fueron despedidos por encabezar un paro de labores la semana pasada, informaron que el número de elementos cesados aumentó de 176 a 196, y denunciaron arbitrariedades del secretario de Seguridad Pública estatal, el general Pedro Almazán Cervantes, por lo cual llevarán su movimiento hasta las últimas instancias jurídicas para que se les reinstale en sus empleos.

La mañana de este martes, un grupo de policías cesados acudió a las oficinas de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Guerrero a solicitar al presidente del organismo, Ramón Navarrete Magdaleno, que intervenga para que no queden desprotegidos después de que el titular de la SSP, Pedro Almazán Cervantes, los despidió en forma injustificada, luego del paro de labores que realizaron el lunes de la semana pasada y que duró 29 horas.

Uno de los policías que tomó la palabra y que pidió no revelar su nombre para evitar mayores represalias, insistió en que mantienen la demanda de trabajar tres días y descansar tres, aunque la dependencia comenzó a establecer jornadas de trabajar seis días y descansar tres, y dependiendo de la región, trabajar incluso más de seis días.

Afirmó que legalmente no han sido despedidos, porque no recibieron notificación oficial, sólo les avisaron de manera verbal, lo cual es anticonstitucional y representa un abuso de autoridad del secretario de Seguridad Pública y sus colaboradores.

“Por eso decimos que no nos vamos a rendir, no vamos a bajar la guardia, porque estamos en nuestro derecho de petición, derecho de audiencia pero nunca se nos ha escuchado”, indicó.

Explicó que acudieron a la Comisión de Derechos Humanos porque la mesa de diálogo con autoridades de Seguridad Pública, que estaba programada para el lunes pasado, se la cambiaron para el martes, pero a la fecha no se ha reanudado el diálogo.

Dijo que la intención es que su situación sea conocida incluso por el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, para que se entere que en la Secretaría de Seguridad Pública de Guerrero “hay un desastre” y ordene el cese al hostigamiento contra los policías estatales.

Durante la manifestación, los inconformes informaron que el número de 176 policías despedidos subió a 196, además de que hay una lista de 238 policías más que podrían ser cesados por órdenes del general Pedro Almazán Cervantes.

“El secretario de Seguridad Pública es una tristeza, no ha dado resultados en Guerrero, peor con lo que nos hizo de pisotear nuestros derechos, porque sabe bien que es un abuso de autoridad, un despido injustificado, un capricho o enojo, porque no quiere a los policías ni a la población guerrerense”, acusó.

Explicó que los policías se ampararon ante juzgados federales contra la violación a sus derechos laborales por el anuncio de la Secretaría de Seguridad Pública de despedir a 176 elementos.

Además, dijeron que nadie va a aceptar el finiquito porque es una miseria que no concuerda con lo que por ley tienen derecho a recibir, porque no están renunciando por decisión propia, sino por la arbitrariedad de Almazán Cervantes, a quien responsabilizan de lo que pueda ocurrirle a los policías despedidos o a sus familias.

Una de las mujeres que acompañaba a los policías calificó de injusto el despido de los elementos, después de que la mayoría ha entregado la vida en el cumplimiento de su labor.

“No saben reconocer los años que han dejado en la Policía, han dejado su juventud, ni siquiera han conocido las primeras palabras de sus hijos con tal de dedicarse a ese trabajo; se han olvidado de ser padres, hasta han dejado de ser maridos, con tal de estar en su trabajo. Pero ahora sí los tiran y en el periódico le ponen que los retiran por viejos, por no pasar el (examen de) control y confianza”, reclamó.

Otro de los policías dijo que el despido masivo de elementos no ayuda en nada a atender el clima de violencia que afecta al estado de Guerrero, y le pidieron al gobernador Héctor Astudillo Flores que reconsidere la instrucción del despido.

“Nosotros seguimos en pie, no vamos a aceptar ninguna indemnización, ningún finiquito, estamos decididos a luchar por nuestra reincorporación”, agregó.

Apenas el martes pasado, mediante mensajes difundidos en redes sociales, uno de los grupos delictivos que operan en la región Centro del estado ofreció reclutar a los 176 policías, despedidos por la Secretaría de Seguridad Pública de Guerrero.

La propuesta lanzada señalaba textualmente: “invitamos a los elementos de la Fuerza Estatal que han sido despedidos, formen parte de nuestras filas con sueldo de 5 mil pesos semanales y los incentivos que se den, es una forma de demostrarles nuestro apoyo, las puertas están abiertas, necesitamos gente como ustedes, únanse”.