Alejandro Mendoza Pastrana

 

La pregunta entre militantes y simpatizantes de los partidos políticos de izquierda permea con más fuerza mientras se acerca la elección presidencial del 2018: ¿habrá unidad en torno a la figura de Andrés Manuel López Obrador, indiscutible puntero entre los aspirantes de izquierda?

Y más allá de militantes y simpatizantes de izquierda, AMLO ha logrado la adhesión de gran parte de la sociedad civil apartidista, de amplios sectores de la iniciativa privada y militantes y simpatizantes de otros partidos políticos distintos a los de izquierda.

La reciente campaña mediática en su contra debido al caso del video de la diputada local Eva Cadena y excandidata a la presidencia municipal de Las Choapas, Veracruz, en la que aparece recibiendo 500 mil pesos para AMLO, refleja el grado de nerviosismo de quienes han impedido a toda costa la llegada a Los Pinos del dos veces candidato a la Presidencia de la República

No es un tema desconocido este tipo de estrategias dentro de la llamada “guerra sucia” en una campaña electoral. Y no es la primera vez que AMLO enfrenta un escenario de video escándalo, pues hay que recordar al hombre del maletín René Bejarano. Y tal caso no afectó el fuerte blindaje de honestidad con que cuenta el tabasqueño.

En realidad AMLO ha centrado como estrategia sembrar en los mexicanos y mexicanas el mensaje contra la corrupción y la llamada “mafia del poder”. Además proclama la necesidad del “cambio verdadero” para darle un nuevo rumbo al país. Es por demás conocido los acuerdos políticos que logran tener el PRI y el PAN en este contexto.

Sin embargo, a diferencia de los dos escenarios pasados en que fue candidato a la Presidencia de la República, hoy AMLO enfrenta el llamado “fuego amigo” desde la misma izquierda.

El PT y Movimiento Ciudadano han tenido prudencia y mesura en cuanto a su posición de una posible alianza con AMLO y Morena para el 2018, a diferencia del PRD con quien se ha polarizado a nivel de dirigencia nacional. Y es que el Pacto por México que firmó el PRD con el presidente Peña Nieto agudizó el distanciamiento.

El PRD y AMLO caminaron juntos en dos elecciones y la votación no fue nada despreciable en las dos ocasiones, por ejemplo en el caso de Guerrero en el 2006 y 2012 el sol azteca ha tenido la mayor votación registrada en toda su historia electoral. Desde entonces AMLO ya venía trazando la ruta de su Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) como partido político.

Entre la base perredista se tiene muy bien identificada la causa de la confrontación prevaleciente entre AMLO y el PRD. Se trata de fuertes diferencias de todo tipo entre el puntero en las encuestas de los presidenciables y la corriente política “Los Chuchos”, en particular Jesús Ortega y Jesús Zambrano. Muchos intereses de por medio.

Ahora bien, también hay expresiones del PRD que han externado públicamente su respaldo a AMLO y el caso más polémico se reflejó con la salida del senador Miguel Barbosa como coordinador de la fracción parlamentaria del PRD y de su mismo partido, así como de otros senadores más, para sumarse al tabasqueño o a Morena.

Y todavía siguen los rumores de más desbandadas del PRD, por ejemplo, en Bajo Reserva de El Universal, se dice que René Bejarano daría a conocer en los próximos días su respaldo a AMLO y que conforme se acerque la elección del 2018, se seguirían sumando líderes, dirigentes, diputados locales, diputados federales, alcaldes de varias partes del país que no comparten la alianza política con el PAN como plantea la corriente Nueva Izquierda.

Y en medio de este panorama, la postura del jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, será de peso político al momento de las definiciones.

Mientras tanto, el tiempo sigue su curso y la elección del 4 de junio del Estado de México será el parte aguas para la definición de dirigentes nacionales del PRD.

La pregunta es obligada: “¿habrá coalición entre PRD y AMLO?”. Si no fuera así, sin duda alguna en la dirigencia nacional del PRD ya tendrían muy bien calculados los daños o beneficios de tal decisión, si fuera solo o en una posible alianza con el PAN.

Lo que sí dicen los que saben de esto, es que en Guerrero una posible coalición PRD-AMLO arrasaría carro completo, pero si no la hubiera, el PRI tendría excelentes resultados electorales, al menos en la entidad. Por lo mientras AMLO estará el próximo 6 de mayo en la Plaza Cívica Primer Congreso de Anáhuac en Chilpancingo.

Los errores fueron míos, los aciertos de Dios, sonría, sonría y sea feliz

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