* Dejaron abandonado en esa ciudad el autobús oficial en el que llegaron, reveló el ombudsman

 

ALONDRA GARCÍA

 

Los brigadistas del Instituto Politécnico Nacional (IPN) huyeron de la ciudad de Tlapa para no ser linchados por los padres de familia cuyos hijos fueron golpeados por un practicante.

La mañana del lunes, el joven Carlos Hernández Loza, integrante de las brigadas de servicio social comunitario primavera 2017 del IPN, golpeó con un palo a varios niños de la primaria Ignacio Manuel Altamirano, de la ciudad de Tlapa.

Sobre este lamentable asunto, el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Guerrero, Ramón Navarrete Magdaleno, informó que los brigadistas del IPN huyeron de Tlapa la madrugada de ayer, para salvaguardar su integridad física ante el enojo de los padres de familia.

En su huida, los practicantes abandonaron el autobús rotulado del IPN en el que llegaron a Tlapa el jueves de la semana pasada, para que su escape pasara desapercibido.

El ombudsman estatal lamentó los hechos y consideró que el brigadista agresor no tuvo culpa del hecho, ya que sufrió un ataque severo de esquizofrenia cuando se encontraba con los niños.

“La agresión tuvo que ver con su salud. Fue una situación muy fuera del control del propio joven, ya que tiene datos de esquizofrenia. La esquizofrenia produce violencia al grado que pudiera causarle daño incluso a sus familiares”, expuso Navarrete Magdaleno.

Reconoció que los padres de familia tienen razón al estar molestos ante las agresiones físicas que sufrieron sus hijos.

Sin embargo, también señaló que la agresión estuvo fuera del control y voluntad del practicante de la IPN, al tratarse de una crisis mental que sufrió en ese preciso momento.

“Como Comisión de Derechos Humanos estamos en medio de este conflicto, entre los derechos de los niños que fueron agredidos y el derecho a la salud que tiene este muchacho del IPN y que debe ser atendido. Es un muchacho que busca salir adelante aún con su enfermedad. Entonces se deben tomar las acciones necesarias para que este muchacho pueda desarrollarse aún con esta enfermedad tan terrible como es la esquizofrenia”, comentó el ombudsman guerrerense.

Asimismo, consideró que la Secretaría de Asuntos Indígenas y Comunidades Africanas (SAICA) no tiene responsabilidad alguna en estos hechos, ya que no se les informó previamente sobre la esquizofrenia que padece el joven brigadista.

Navarrete Magdaleno confió en que el proyecto de la IPN para traer brigadas comunitarias a la Montaña de Guerrero no termine con este hecho lamentable, ya que el proyecto, dijo, “está vestido de toda la buena voluntad” para apoyar a las zonas más difíciles.