* José Armenta explicó que se alteraron las condiciones ecológicas del predio y una las consecuencias es que se tienen que demoler 32 viviendas

 

Gilberto Guzmán

 

El predio donde se construyó el fraccionamiento “El Mirador”, al sur de Chilpancingo, que ahora presenta problemas estructurales, fue determinado como apto para ser habitado, siempre y cuando se cumpliera una serie de requisitos técnicos que fueron incumplidos por la delegación de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), ocupada en el 2013 por el ahora diputado local Héctor Vicario Castrejón.

“Efectivamente, la Secretaría de Protección Civil dictaminó apto el terreno para hacer un asentamiento humano, pero fue muy clara en su comunicación oficial, dijo que siempre y cuando se cumplieran una serie de puntos que no se cumplieron en forma correcta”, dijo José Manuel Armenta Tello, actual delegado de Sedatu.

El diputado Héctor Vicario, quien era delegado de Sedatu cuando se inició la construcción del fraccionamiento “El Mirador” en la zona sur de Chilpancingo, declaró a un medio de comunicación digital que “todas las instancias de los tres niveles de gobierno involucradas en la construcción del fraccionamiento concluyeron, a través de dictámenes técnicos que el terreno sí era viable” para el asentamiento de casas-habitación (https://goo.gl/oHBdnJ).

Sin embargo, a mediados del 2016 diversos estudios en materia de protección civil determinaron que una parte del predio donde se ubicó “El Mirador”, fraccionamiento donde se edificaron viviendas para damnificados por las lluvias de las tormentas ‘Manuel’ e ‘Ingrid’, en septiembre del 2013, no era apto para habitarse por las condiciones del suelo, y en el caso de la manzana 2B se determinó que debían demolerse 32 viviendas.

 

Recomendaciones cumplidas parcialmente

 

En el dictamen emitido con fecha 3 de marzo del 2014, la Secretaría de Protección Civil, si bien dictaminó como apto el predio adquirido para establecer el fraccionamiento “El Mirador”, recomendó realizar estudios geotécnicos de los materiales donde se pretendía desplantar las viviendas, no construir en zonas de más de 30 grados ni en colindancias con barranca, respetar los drenes y los arroyos naturales de acuerdo con la Ley de Aguas Nacionales de la CONAGUA y no dañar la ecología del lugar.

Sin embargo, el mismo documento indica que tales recomendaciones fueron atendidas solamente en forma parcial: se realizó el estudio de mecánica de suelos pero a opinión de los expertos fue pobre porque sólo hicieron 3 sondeos (muestreos de mecánica de suelos) en un terreno de 13 hectáreas en el que debieron hacer al menos 30, se ejecutaron cortes de hasta 80 grados, y hubo rellenos en zonas naturales que coinciden con el asentamiento de la manzana 2B de “El Mirador”, que es donde se han registrado precisamente mayores problemas se tienen que demoler las 32 viviendas.

“Prácticamente, el dictamen te estaba diciendo no construyas, si es un terreno de lomas y barrancas, y te están diciendo no cambies las condiciones ecológicas, no construyas en barrancas, no cortes más de 30 grados, pues te están diciendo no construyas”, explicó Armenta Tello.

En el caso de los sondeos o muestreos, señaló que la Ley establece que según el tamaño de la superficie se tienen que realizar una cantidad determinada de sondeos, pero distribuirlos de manera uniforme en el predio, lo que permite tener un perfil adecuado de la mecánica de suelos, “pero sólo se hicieron tres estudios, cuando al menos debieron haberse hecho 30”.

También se recomendó hacer cortes de no más de 30 grados pero se practicaron de más de 80 grados, y se rellenaron zonas naturales que coincidían con barrancas, agregó.

“Es decir, finalmente (como delegación) hiciste todo lo contrario que te dijeron que no hicieras”, indicó el funcionario.

Explicó que en la zona donde se levantó la manzana 2B de “El Mirador”, había una barranca, “me dijo la administración estatal de Protección Civil que revisaron el Google Earth de esa zona antes del desarrollo y después del desarrollo habitacional y justamente donde está la manzana había una barranca, la rellenaron mal, el agua buscó su cauce natural y obviamente está dañando esa plataforma”, concluyó José Manuel Armenta.