* Astudillo se multiplica en giras

* Desde California, hasta Coyuca

* Trump dice mucho y nada hace

 

Jorge VALDEZ REYCEN

 

El mensaje fue: “No tengan miedo a Donald Trump”. Y con fuerza: “no están solos, ni se sientan  abandonados”.

Héctor Astudillo Flores tuvo un fin de trabajo en California, concretamente en San Diego y Santa Anna, donde sostuvo reuniones con cientos de guerrerenses temerosos radicados en Estados Unidos. Los tranquilizó: “Trump es un presidente que dice muchas cosas, pero nada hace”.

En menos de 48 horas, regresó a Guerrero, directamente a la Tierra Caliente, donde lo recibieron ayer domingo los alcaldes y presidentas municipales de la región. Lucía tranquilo, sin el ajetreo del viaje, ni muestras de cansancio. Estaba ligero, como si nada. Y es que Astudillo tiene una condición física de maratonista de medio fondo. No fuma.

Astudillo estaba de excelente humor. Escuchó peticiones, algunas dramáticas. A todas las atendió personalmente. Entre ellas, la de la Expo Ganadera de Ciudad Altamirano. El casi listo nuevo Hospital Regional, que en tres meses estará terminado. Los alcaldes estaban expectantes a su discurso.

Agradeció a Manuel Añorve Baños su compañía en la gira por Tierra Caliente. Instruyó a Javier Taja, titular del CICAEG, para que todas las carreteras de la zona sean reparadas y estén al 100 por ciento.

La connotación de haber estado en California, dos días, previo a la marcha multitudinaria en la CDMX y a otras visitas de otros políticos como Andrés Manuel López Obrador, tiene mucho que ver con la oportunidad. Astudillo tomó ventaja en la iniciativa de acudir a brindar apoyo moral y estar al lado de miles de guerrerenses que sufren esa psicosis provocada por las amenazas del veleidoso Donald Trump.

Aunque no lo hizo con un notorio equipo mediático, sino con un marcado y austero equipo de colaboradores, sí dejó una cálida impresión de que se trata de un gobernante humilde, sincero y que no escatimó en brindar su mano amiga a todos.

Ese era el mensaje, preciso y directo. No llegar con las grandes caravanas de comitivas, con un despliegue de medios, sino llegar y presentarse como un guerrerense más, dolido por las constantes amenazas y agravios que un nuevo presidente de Estados Unidos ha inferido contra de miles que dejaron atrás sus familias y seres queridos por un mejor trabajo, mejores condiciones de vida y la conquista del sueño americano.

Eso les dijo Astudillo.

El regreso a Tierra Caliente fue parte de ese mensaje. Astudillo llegó con el ánimo al máximo. No podía darse el lujo de estar cansado, ni tampoco tener un semblante preocupado o derrotado. Había que demostrar a los guerrerenses que tanto allá como acá hay una plena disposición del gobierno estatal para enfrentar cualquier obstáculo, por muy grande que éste sea.

Ese era el planteamiento, y así se hizo. Esa es la interpretación más fiel que se puede obtener del periplo de Héctor Astudillo por California y su retorno a la región de donde más guerrerenses han emigrado a los Estados Unidos.

Resistir la embestida de Trump, preparar una defensa jurídica y crear conciencia de que hay un gobierno cercano a quienes hoy viven con miedo a ser deportados y separarse de sus familias.

Vaya agenda, que nadie tenía pensada o imaginada.

Nos leemos… SIN MEDIAS TINTAS.