Alejandro Mendoza

 

Como nunca antes en la historia social, política, económica y cultural de Guerrero, es necesaria una nueva perspectiva de cara al futuro de las próximas generaciones. Y es que Guerrero está muy presente en la convulsión vigente en el país, frente al próximo proceso electoral para elegir al Presidente de la República.

No se trata sólo de posiciones políticas personales, de grupo o partidistas.

En verdad se necesita de la fuerza de un liderazgo que esté plenamente cimentado, no sólo en los valores y principios tradicionalistas y patrióticos (que a decir verdad parecen extraviados) que dieron existencia a nuestra gran Nación, sino de aquellos valores y principios básicos que pueden garantizar la sana, pacífica y estable convivencia entre los mexicanos y guerrerenses.

Con la pesada losa de la violencia y la asfixiante carga de la crisis económica y falta de empleo, una creciente inconformidad social toma fuerza en contra de decisiones tomadas por los gobiernos federal, estatal y municipal, que han propiciado un profundo distanciamiento entre ambas realidades.

No se trata sólo de cuestionar lo que acontece en función de un cierto interés mezquino y egoísta. Tampoco se trata de protagonismos estériles e inútiles que solo agravan situaciones que por si mismas ya son delicadas.

La compleja y lastimosa realidad reinante obliga a revisar el pasado. Obliga a dar un vistazo a la historia de nuestro país, de nuestro estado. Obliga a entender el presente. Obliga a tener una comprensión nítida de la necesidad presente. Obliga a tener una visión clara del futuro con base a las decisiones que se deben tomar en el presente.

Si bien, es cierto, que se podrían argumentar múltiples causas y factores de la situación prevaleciente en todas las áreas de la sociedad, invadidas por la contagiosa y letal práctica de la corrupción, también es verdad que todo mal siempre tiene un remedio.

La falta de responsabilidad y compromiso real a la hora de ejercer el poder gubernamental en beneficio del pueblo, sin duda alguna ha venido minando a la propia autoridad que, alejada de la solución a las necesidades apremiantes de sus gobernados, se hundió en los resbaladizos y pantanosos caminos de la complicidad y la impunidad con su alianza con la ilegalidad y la maldad.

El sistema político urge de una completa renovación. Se necesita romper con la inercia de los intereses de la partidocracia. Urge sanear las conductas, los comportamientos, los valores y los principios de quienes con sus decisiones deberían estar garantizando un mejor porvenir para los ciudadanos.

Se necesita en definitiva de hombres y mujeres con plena conciencia de la realidad y con la firme determinación de aportar el mejor de sus esfuerzos para cambiar el destino a nuestro país.

La viciada y antidemocrática forma de conservar el poder con la compra del voto, a través de lucrar con la pobreza y necesidad de la gente, ya no puede ser un impedimento, tampoco lo puede ser la amenazante violencia.

México nos necesita, Guerrero nos necesita, Chilpancingo nos necesita. Y tú puedes, desde ahora, ser parte del renacimiento de México. El 2018 es la cita.

Los errores fueron míos, los aciertos de Dios, sonría, sonría y sea feliz.

almepa10@yahoo.com.mx