PALEMÓN DÍAZ

 

Muchos se equivocaron en que Donald Trump no cumpliera sus amenazas de campaña; sin embargo, en las dos primeras semanas que lleva como Presidente de los Estados Unidos ha venido dando a conocer decretos ejecutivos para construir el muro, deportar indocumentados mexicanos y prohibir la entrada de inmigrantes  y refugiados musulmanes, acciones que han sido rechazadas por México, otros países del mundo y en el mismo Estados Unidos.

Desde la expropiación petrolera llevada a cabo en 1938  por el General Lázaro Cárdenas no se había tenido un enfrentamiento de estas dimensiones con el país del norte, mismo que ha venido a despertar el espíritu nacionalista y de unificación del pueblo de México en torno al presidente Peña Nieto para que con dignidad, valentía e inteligencia, sepa defender los intereses nacionales frente a las negociaciones que tendrá con este personaje que tiene impulsos dictatoriales y racistas.

Cabe destacar que en esta severa crisis por la que atraviesa el país, han surgido opiniones valiosas de distinguidos intelectuales, investigadores, políticos, columnistas, empresarios y sindicatos que aconsejan y sugieren a las autoridades cómo conducirse ante éste gran desafío y como reencauzar el futuro económico, político y social del país ante el posible fracaso de las futuras negociaciones con el gobierno del presidente Trump.

En conferencia de prensa el empresario Carlos Slim planteó la necesidad de “volcarnos de nuevo y por completo” al desarrollo del mercado interno y a construir y consumir lo producido en el país e insistió que “la mejor barda son las inversiones, la actividad económica y el empleo en México. La gente se va porque no encuentra oportunidades aquí, no se va a turistear”.

A su vez, el ex presidente Ernesto Zedillo en un artículo para la página editorial “The Washington Post” afirmó que “sí Trump decide “matar” el Tratado del Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) México tiene otros instrumentos para progresar refrendando su compromiso con la apertura de mercados.  El TLCAN ha sido un instrumento excelente pero es solo una de las muchas herramientas disponibles para conseguir las metas de crecimiento económico y desarrollo”.

Por su lado, Porfirio Muñoz Ledo, ahora diputado constituyente, afirmó que es factible promover una denuncia ante el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) contra las acciones del presidente estadounidense Trump que calificó de “actos de agresión internacional”. Que las acciones ejecutivas suscritas por el estadounidense para construir un muro en la frontera con México y efectuar deportaciones masivas, así como la pretensión de cobrar un impuesto de 20 por ciento en los productos que el país exporta a territorio estadounidense; debe denunciarse por el presidente Peña Nieto.

Afortunadamente los ciudadanos mexicanos no están solos en esta difícil situación.  Los alcaldes de las ciudades más importantes de los EE.UU. secundados por millones de estadounidenses de bien, han manifestado su intención de no colaborar con la política de deportaciones de Trump, incluso si ello significa ser privados de fondos federales.

Aunque quiera, México no podrá defenderse solo de la agresividad de un Trump cuya trayectoria vital está marcada por el peor matonismo político y empresarial.  Por eso falta una voz alta y clara en defensa de México, tanto por parte de Europa como sobre todo, de la comunidad iberoamericana de naciones pues si todos esos foros regionales y sistema de cumbres que nos unen a México no sirven para hacer patente la solidaridad con el  país, cabe preguntarse entonces ¿Para qué sirven?.

Efectivamente en la reciente V Cumbre de la Comunidad de los 33 Estados Latinoamericanos (CELAC) celebrada la semana pasada en Bávaro, República Dominicana, al clausurar su cumbre no hicieron algún pronunciamiento en concreto en defensa de México por esta agresión; pues solo se comprometieron a unir esfuerzos para enfrentar las amenazas a sus economías ante el proteccionismo, al tiempo que rechazaron la “criminalización” de la inmigración, en clara alusión al presidente estadounidense.

Solo el alcalde de Berlín Michaël Müller pidió el pasado viernes a Donald Trump renunciar a su proyecto de construir un muro en Estados Unidos tras de subrayar los sufrimientos causados en Alemania y Europa por la pared que dividió esta ciudad alemana entre 1961 y 1989.

Sin embargo, el primer Ministro israelí Benjamin Netanyahu saludó el anuncio de Donald Trump sobre la construcción de un muro en la frontera con México y citó su experiencia; “construí un muro a lo largo de la frontera sur de Israel; esto frenó la inmigración ilegal, gran éxito, idea formidable.  No es de extrañarse por las declaraciones de este personaje con rasgos hitlerianos, ya que Israel acelera la expansión de las colonias bajo el amparo de Trump en terrenos de Cisjordania, pese a que el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó hace apenas un mes una resolución de condena a las colonias sin que Washington opusiera su veto habitual en defensa de Israel.

palemon_diaz@yahoo.com.mx