* Efecto güisqui
* Plan de austeridad en Guerrero
Isaías Alanís
El arribo de Donald Trump a la Casa Blanca es símbolo de que se han movido los ejes del imperio sin perder su condición de imperio.
Mientras, Donald firmaba el retiro de EEUU del Acuerdo Transpacífico (ATP) y la revisión del TLC, con Canadá y México. Ante esta acción clara de la política unilateral de Washington, el presidente mexicano declaró que “con el gobierno de Trump ni sumisión ni enfrentamiento”. Por su parte, el gobierno canadiense dejó en claro que no meterá las manos por México. El ostión empieza a cerrarse y la conversación bilateral del próximo 31 de enero entre Trump y el presidente de México sería de puro trámite. La Casa Blanca ya tiene delineada cuál va ser la política proteccionista y de sumisión contra México.
¿Al Ejecutivo nacional y a sus asesores estrellas los agarró “desaprevenidos” en las nubes el tuit de Trump: “hoy será un gran día en materia de seguridad nacional, pues, entre otras cosas, se construirá el muro?”.
Según el portal de ABC News, Trump afirmó en entrevista individual: “Se inicia la construcción del muro, la construcción se hará con recursos propios, México pagará como siempre lo he dicho… El reembolso será quizás en una forma complicada (sic)… Lo que estoy haciendo es por el bien de EEUU… también será bueno para México, queremos tener un México muy estable y muy sólido…”.
Los secretarios de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, y de Economía, Ildefonso Guajardo, y el jefe de la Oficina de la Presidencia, Francisco Guzmán, ¿a qué van entonces a Washington? El chingadazo ya está dado. O van a decir a todo: “yes or not Mr. President”. En otro tema, Videgaray asume que “de resultar desfavorable la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) que se haga con Estados Unidos, México contempla la posibilidad de abandonar el acuerdo”.
En paralelo y por el otro carril, 4.5 millones de seres humanos se manifestaron en contra de su gobierno tan solo en EEUU. En la historia, ningún presidente había recibido tal cantidad de protestas. El primer día de Donald en la oficina Oval fue patético. Amenaza con imponer impuesto fronterizo a empresas norteamericanas establecidas en otros países (léase México). Quitar la página web oficial en español, que horas después fue vuelta a subir, así como lo relativo a movimientos gays y organizaciones sociales con excepción del Ku Kux Klan.
En las entrañas del imperio se calienta la hamburguesa social. En México las protestas por el gasolinazo crecen y se anuncia otro incremento a electricidad, gas y todo lo que estas energías mueven en la nación para febrero próximo.
Es más que obvia la pregunta: ¿por qué y cómo el gobierno de Peña, extrajo secretamente 240 mil 520 millones de Pemex y CFE, para tronarlas?
El desaseo de las finanzas públicas ¿fue por pillería, ignorancia o ineficiencia? ¿A dónde fue a parar esa cantidad estratosférica de millones de pesos, patrimonio de CFE y Pemex? Seguro para ahorcar la gallina de los huevos de oro.
Antes de que vaya a la Casa Blanca a platicar o escuchar a Trump, el gobierno de EPN debe de trasparentar por qué salieron de las alforjas de las ex paraestatales, tal cantidad de dinero y por qué los gastos de publicidad del gobierno federal, de 2 mil millones pasaron a 7 mil millones y servicios especiales se disparó a 3.37 billones de pesos, y hablar claro sobre los “acuerdos bilaterales” de frente a la nación.
La desconfianza de los mexicanos, de todos los sectores, es la multiplicación de la corrupción, tolerancia y abonamiento. El caso de Fidel Herrera, señalado como un gobernador alentador de la corrupción y narcotráfico, no es nada nuevo. Al igual que Duarte de Ochoa, Duarte Jáquez, Humberto Moreira, Moreno Valle que a pesar de dejar endeudada a Puebla, quiere ser presidente.
¿Qué viene para México por el efecto güisqui de Trump contra los mexicanos?
COMPROMISO PARA LA ESTABILIDAD Y DESARROLLO
Al hacerse públicos los salarios de secretarios federales, diputados, senadores, gobernadores y alcaldes en plena crisis económica; en Guerrero, el Ejecutivo Héctor Astudillo Flores se adelantó y lanzó un plan de austeridad que permitirá alcanzar un ahorro de 350 millones de pesos. Es significativo ya que a Guerrero no se le recortó el presupuesto federal.
El gobernador se bajó el salario un 30%, al igual que secretarios y mandos medios en menor escala. Es una medida que contribuirá a atemperar el gasto y cerrar las esclusas de la corrupción. Evitar “moches” a constructores, alentar el comercio interno con equidad, trato igual a prestadores de servicios de la entidad, racionalizar el gasto y terminar con óbolos que inflan los presupuestos, la doble facturación y demás extrañas criaturas que pueblan las entrañas de la administración pública de México. Y no apostarle a la inmovilidad de mandos medios que tienen que viajar a las regiones del estado, que sus viáticos sean con equidad y transparencia.
A esta medida justa, habría que recordar lo anunciado el año pasado por el secretario de Finanzas, Héctor Apreza, sobre el boquete dejado por las dos administraciones anteriores. Que suman de miles de millones de pesos.
¿Hay borrón y cuenta nueva? o la Auditoria Superior de la Federación está a la espera de que esos miles de millones “extraviados” sean recuperados. Con esa plata, se podría atender al Hospital de la Madre y el Niño y empezar a subsanar la carencia hospitalaria de Guerrero.
Desde la administración de Torreblanca Galindo, la Secretaría de Salud se convirtió en caja grande del gobierno mientras la población de Guerrero, carece de un Mejoral para curarse la insuficiencia renal crónica.
Que las medidas de Trump no alcancen al millón y medio de migrantes guerrerenses, porque entonces sí, se va poner la cosa “más mucho” color de “hormiga arriera” en la tierra de Juan Álvarez.
Con el incremento a gasolinas en febrero, ¿las protestas inflamarán el territorio, desprovisto de gobernabilidad, paz y esperanza de crecimiento económico?