* Nicolás Chávez encabezó ayer a un pequeño contingente que caminó desde El Mirador hasta la caseta de Palo Blanco para protestar por el aumento de los precios de la gasolina

 

Alondra García

 

Damnificados y mineros afiliados a la Dirección Colectiva de Organizaciones Sociales del Estado de Guerrero marcharon ayer durante dos horas por la Autopista del Sol para manifestar su repudio al gasolinazo. La movilización contó con el apoyo de los automovilistas.

Minutos después del mediodía, un contingente de 50 personas bloqueó el carril Norte-Sur de la vía de cuota, a la altura del fraccionamiento El Mirador.

Encabezados por el dirigente de la Asamblea Popular de los Pueblos de Guerrero (APPG), Nicolás Chávez Adame, los manifestantes se acercaron a los automovilistas para aclararles que no se trataba de un bloqueo total.

Les explicaron que abrirían la circulación de un solo carril, para que de esa manera los vehículos pudieran pasar más lentamente y se les pudieran entregar volantes informativos contra el gasolinazo.

Sin embargo, los automovilistas decidieron apoyar la protesta contra el incremento a los precios de la gasolina, por lo que ellos mismos sugirieron que se marchara hasta la caseta de peaje de Palo Blanco y se abriera el paso libre a los vehículos.

Los manifestantes agradecieron el apoyo y emprendieron la caminata desde el fraccionamiento El Mirador hasta la caseta de cobro, mientras los automovilistas avanzaban lentamente detrás de ellos.

Durante la movilización, los participantes gritaron consignas contra el gasolinazo y contra el presidente priísta Enrique Peña Nieto.

Ante esta situación, dos patrullas de la Policía Federal se quedaron en el acceso a la Autopista del Sol, a la altura del Parador del Marqués, y comenzaron a desviar el paso de los vehículos hacia la carretera federal para evitar que más automovilistas se quedaran atrapados tras la marcha.

Luego de media hora, llegó el director de Gobernación estatal, Jesús Vargas Vargas, quien les propuso que caminaran sobre el acotamiento de la carretera para permitir el paso libre de los vehículos.

A cambio, les ofreció una mesa de trabajo con el gobierno del estado encabezada por el subsecretario de Asuntos Políticos, Martín Maldonado del Moral.

Los manifestantes rechazaron el ofrecimiento con el argumento de que sólo aceptarían una mesa de trabajo encabezada por el gobernador Héctor Astudillo Flores.

Ante la negativa de los manifestantes, varias patrullas de la Policía Federal se acercaron al contingente y lo siguieron hasta la caseta de Palo Blanco, donde ya los esperaban más patrullas de la corporación.

Mientras se acercaban a la caseta, el dirigente de la APPG, Nicolás Chávez Adame, consensó con los manifestantes qué acción implementarían al llegar.

“Del gobierno estatal ya nos advirtieron que no van a permitir que abramos el paso libre en la caseta. Nuestro contingente es reducido y son más los policías federales que nosotros”, dijo en voz alta Chávez Adame.

Varios de los manifestantes coincidieron con él, por lo que acordaron que únicamente se instalarían en la caseta para repartir volantes informativos, pero permitirían su funcionamiento normal.

Durante 40 minutos, la Dirección Colectiva de Organizaciones Sociales estuvo en la caseta de peaje de Palo Blanco, pero no hubo  tránsito vehicular porque la Policía Federal desvió a los automovilistas hacia la carretera federal, tanto en Chilpancingo como en Acapulco.

Ante esta situación, los manifestantes decidieron por retirarse, no sin antes convocar a una segunda movilización contra el gasolinazo para el 22 de enero a las 10 de la mañana, que partirá del monumento a Nicolás Bravo, también conocido como estatua de El Caballito.