Las inocentadas de costumbre
Felipe Victoria
Cuenta la leyenda místico religiosa católica, apostólica romana, que cuando el poderoso monarca Herodes se enteró que llegarían tres poderosos monarcas para adorar al rey de reyes que nacería en ese territorio sojuzgado por el Imperio Romano, ordenó a su ejército buscar casa por casa y degollar a todos los recién nacidos.
El mal rumor llegó a oídos del humilde carpintero José, cuya esposa María estaba próxima al alumbramiento del producto del milagro divino y entonces emigraron hacia Belén, sin llevarse más de lo que traían puesto y un jumento.
En su fuga llegó el momento del parto y tuvieron que pedir posada en una casa donde a regañadientes, el dueño los dejó refugiarse en el establo, donde horas más tarde nació el “niño Dios” Jesús…
La tradición cuenta que guiados por una estrella llegaron pocos días después los tres reyes: Melchor, Gaspar y Baltasar montados en un caballo, un elefante y un camello, para llevarle como ofrenda al recién nacido oro, incienso y mirra.
El divino niño se salvó de la hecatombe ordenada por Herodes y la sagrada familia se fue a radicar a Nazaret. La humanidad lleva por ahí de dos milenios creyendo esa historia sin mayores averiguaciones…
Haya sido como haya sido es una arraigada tradición de culto muy respetable, pero respecto a la matanza de niñitos es que nació mucho tiempo después la costumbre jocosa de publicar cosas divertidas en los diarios e inventar noticias con jiribilla política, llegando a extremos peligrosos que de momento los políticos dejaban pasar pero las consecuencias venían después.
Muy contra mi costumbre, en que los 28 de diciembre los periodistas echábamos el gatito a retozar; por muchas razones no ando muy de humor para bromear esta ocasión y respeto la tregua decembrina que me pidieron, al cabo que ya viene enero a la vuelta de la semana y entonces sí ¡agárrense!…
Así las cosas no debo cotorrearlos con que disque a partir de enero quedan estrictamente prohibidos pleonásmicamente los bloqueos de vías de comunicación, los plantones y las marchas que agravien derechos de terceros y afecten la libertad de tránsito.
Igual que se comunicaría que quienes tomen casetas de peaje e instalaciones públicas o privadas serán capturados en flagrancia y consignados de inmediato, para que con los beneficios del nuevo sistema penal acusatorio tan blandito, los dejen en libertad mediante fianza o caución, o los sujeten a proceso sin derecho a libertad provisional.
Tampoco podremos dar gustosos la noticia de que se prohíbe terminantemente cubrirse el rostro de cualquier manera estando en la vía pública y, que se efectuarán cateos a mochilas y morrales donde se contengan artefactos que puedan hacer daño; léase resorteras, piedras, proyectiles, armas blancas y de fuego; amén de bombas molotov, cohetones y menos aún granadas para alterar la paz y el orden público bajo ninguna circunstancia.
Hubiera sido padre poder informar que Inteligencia Financiera hacendaria emprendería la revisión exhaustiva de los patrimonios de líderes y luchadores sociales de todas las organizaciones sociales y, que se compulsarían los recibos oficiales de dádivas para checar de a cuanto fueron los diezmos a servidores públicos y funcionarios voraces…
Nada de eso ni de broma del día de los Santos Inocentes, porque abundan personajes muy delicaditos de la piel y les saldrían ronchas, así que calladitos nos miramos más bonitos.
Hablar entonces de pillerías y latrocinios de funcionarios ya ni caso tiene porque se volvió costumbre, no sería justo denostar y exhibir a unos cuantos por poco dinero mientras algunos exgobernadores andan libres, disque prófugos, habiendo sustraído miles y miles de millones de pesos con presumible anuencia superior.
Prohibido detonar el efecto dominó porque la cadena de complicidades es enorme y va más allá de lo imaginable, resulta que la Cueva de Alí Babá y sus cuarenta ladrones cambió de domicilio a México hace un buen de tiempo…por eso lo transformaron en el Imperio de la Impunidad…
Conste, no me crean nada porque es día de los inocentes pues. La profesora Pizarrina anda de asueto y por ello invité a las damitas acapulqueñas.
-¡Riiing…salinsliiim!
-Comadre Torturina, ¿estás contenta de que nuestro presidente guste de vacacionar y descansar en Acapulco?
-Por supuesto que sí Proculina, pero me encantaría que si sale de donde está perfectamente custodiado por marinos, se trasladara por la Costera y la Escénica, para que se percate de lo que sufrimos los ciudadanos de a pie con mucho orden y seguridad, aquí no pasa nada malo y habla bien de ACA.
-Aaarajo manita, pues será solo cuando viene el presidente, porque los demás días ¡ay nanita!…
-¡Shhhh…cábrate cayona!, son consideraciones propias a su alta investidura; imagínate que se topara con un convoy de sicarios armados o asaltantes en motocicleta a los que los policías hacen como que no miran y les dan paso libre…
-Serena morena, no comiences de criticona ni le buigas; la versión oficial es que estamos en paz.
-No te aflijas ni te aflojes manita, cuando regresen de vacaciones los senadores y diputados trabajarán fast track en la nueva ley de seguridad interior para legalizar la militarización del país, ya que todas las policías resultaron fallidas.