Ana Lilia Torres
ACAPULCO.— El diputado local por el partido Movimiento Ciudadano, Ricardo Mejía Berdeja catalogó como “muy grave” el enfrentamiento ocurrido entre los grupos comunitarios de la UPOEG y FUSDEG en Tierra Colorada y dijo que “habla de un desbordamiento ya de las pasiones entre dos grupos armados que se están extralimitando en sus funciones”.
Al mismo tiempo, criticó que mientras en Acapulco existe “una epidemia de extorsiones y asesinatos”, la policía municipal se dedica a detener borrachos en la vía pública.
Como muestra, presentó un documento donde se refiere que de mil detenidos por los elementos de la Secretaría de Seguridad Pública municipal, 887 fueron por inferir bebidas embriagantes.
Mejía Berdeja señaló que coincide con el vocero de Seguridad, Roberto Alvarez Heredia, en el sentido de que los presidentes municipales “se hacen de la vista gorda” ante el problema de inseguridad.
“Nosotros hemos criticado que la policías municipales están infiltradas y no cumplen su función, y esto no es nada nuevo; desde Iguala, y aquí en Acapulco yo critiqué el informe del secretario de Seguridad, Max Lorenzo Cedano, quien pudo ser enviado de la Federación pero no está haciendo nada, está nadando de muertito”, dijo.
En conferencia de prensa, Mejía consideró que es delicado que en lugar de estar procurando la seguridad de la población, los grupos comunitarios se estén disputando el territorio.
“Nosotros pensamos que en un contexto de violencia, de delincuencia organizada, de creciente disputa territorial entre grupos en diferentes regiones del estado, esto sólo viene a complicar más la situación”, advirtió.
El legislador mencionó que el hecho de que en plena Autopista del Sol están balaceándose las autodefensas como sucedió el jueves pasado, “es grave, no es una buena señal para la región ni el país”.
Consideró que debe el gobierno aplicar acciones más enérgicas. “Tiene que haber un censo y aplicarse la ley de armas de fuego y en todo caso cada grupo tiene que regresar a su territorio”, dijo.
Si en Tierra Colorada quiere existir un grupo comunitario tiene que ser de ahí, no tiene que venir de otro lado; no tiene que implantarse en la plaza, sino es a ver quién conquista territorios, no es un asunto de estarse extendiendo, consideró.
“Es que la lógica de las policías comunitarias es que ayude a su comunidad, no que un grupo ande itinerante viendo dónde se implanta”, insistió.
Finalmente, planteó que las autoridades deben aplicar protocolos para usar la fuerza pública y usar los mejores instrumentos de persuasión para mantener en su territorio a los grupos comunitarios, para no paralizarse y tampoco caer en excesos.