* El gobernador admitió que “en este momento el asunto está muy candente”, pero advirtió que “se tiene que aplicar la Ley” a quienes “se han dedicado a confrontarse entre ellos, más que a proteger a la población”

 

Jesús Saavedra

 

El gobernador Héctor Astudillo Flores aseguró que para las autoridades, tanto el Frente Unido por la Seguridad y el Desarrollo del Estado de Guerrero (FUSDEG), como la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), son “grupos civiles armados”, no policías comunitarios, por lo que advirtió que analizan con el gobierno federal su desarme.

Así lo declaró el mandatario estatal al concluir la ceremonia del 167 aniversario de la Erección del Estado de Guerrero en palacio de gobierno la noche de este martes, al referirse a los hechos de violencia protagonizados por elementos de ambos grupos, cuando los de la UPOEG pretendían incursionar en su territorio, los cuales dejaron un saldo de siete personas muertas y dos lesionadas.

“Debo ser sumamente cuidadoso para las decisiones que se van a tomar, creo que en este momento el asunto está muy candente y saben cuál ha sido mi ruta en mis declaraciones respecto a este tema”, dijo.

Astudillo Flores explicó que tanto el FUSDEG y la UPOEG “no son comunitarios, son grupos de civiles armados –esto vale la pena subrayarlo mucho— y que se han dedicado a confrontarse entre ellos, más que a proteger a la población”.

El gobernador dijo que tiene “claro que se tiene que aplicar la Ley, eso estoy absolutamente convencido y siempre lo he dicho, me parece que hay que esperar el tiempo adecuado para anunciar las acciones correspondientes, porque no es un asunto solamente mío, porque por el uso de las armas que tienen por supuesto se requiere de la participación de la federación”.

Informó que ese martes estuvo en la Secretaría de Gobernación para tratar este tema con el gobierno federal, “es un asunto que se está tratando, pero por supuesto los llamados que se están haciendo, hay diálogos, el secretario de Gobierno (Florencio Salazar) ha hablado con las partes el día de hoy, yo mismo he platicado con las partes”.

Aceptó que se trata de “un tema que no le conviene absolutamente a nadie, ni los que viven en el territorio, ni a los civiles armados, ni mucho menos al gobierno, que lo colocan en un trance muy complicado y muy difícil”.

Agregó que el gobierno estatal “hará lo que tenga que hacer, cuando lo tengamos que hacer, todo en su momento”, concluyó.