* En una reunión con miembros del Grupo Cuicalli, el gobernador admitió que un año no será suficiente para revertir el problema de la inseguridad

 

* Dijo que al cumplirse un año de su administración, hará cambios en el gabinete, porque no todos han estado a la altura de las circunstancias

 

Gilberto Guzmán

 

Además de admitir que en Chilpancingo e Iguala operan los delincuentes más peligrosos, por el tipo de armamento que usan, el gobernador Héctor Astudillo Flores reconoció que, ante la gravedad de la inseguridad, ha reconsiderado el plazo de un año que estableció en mayo pasado para acabar con la violencia, porque no es un asunto sencillo y como gobernador es el primero en reconocerlo.

También anunció que al cumplir el primer año de su administración, le dará “una sacudida al gabinete”, porque hay quienes han estado a la altura de las circunstancias y quienes tienen que ser reemplazados.

Este miércoles, el gobernador presentó ante los miembros del Grupo Cuicalli un balance de lo que ha hecho durante un año al frente del gobierno de Guerrero, y posteriormente, en la etapa de preguntas y respuestas, fue cuestionado sobre diversos temas políticos y sociales de la entidad.

Astudillo Flores dijo que al gobierno estatal le interesa resolver el problema de la basura en Chilpancingo, cuyo basurero ha llegado al final de su vida útil, y enfrenta la dificultad de no contar con terreno para la instalación del relleno sanitario, ni por el lado de Eduardo Neri o para Petaquillas o Mazatlán.

“Creo que debe resolverse intermunicipalmente, se tiene que encontrar el acuerdo; he hablado con el presidente municipal de Tixtla, con el presidente de Zumpango, y tampoco lo puedo imponer, pero les he dicho de la conveniencia de la solución intermunicipal”, dijo.

Cuestionado sobre el estado que guardan las investigaciones por el déficit de alrededor de 21 mil millones de pesos que declaró haber encontrado en la administración estatal cuando asumió el cargo, hace un año, y por qué no hay ningún ex funcionario bajo proceso penal por esta situación, el mandatario respondió que hay una serie de asuntos que suman el déficit millonario señalado, pero que la Auditoría Superior de la Federación cuenta con la información al respecto y es la que puede iniciar los procedimientos legales en los casos donde amerite.

Indicó que por su parte tiene que cuidar su gobierno, que no tiene interés en molestar a nadie, pero tampoco le interesa que se genere la percepción de que quienes están en la administración pública pueden enriquecerse o cometer excesos como lo hicieron otros gobernantes que hoy están en el banquillo de los acusados por mal manejo de recursos públicos y abusos personales.

 

La inseguridad se atiende en forma coordinada

 

En el tema de seguridad y combate a la violencia en Guerrero, el gobernador dijo que una estrategia estatal no conseguiría los resultados que se logran con la coordinación entre la Secretaría de la Defensa Nacional, la Marina y la Policía Federal, por lo cual durante los siguientes años la estrategia tiene que ser conjunta con la federación.

Indicó que además de la inseguridad que generan los grupos de la delincuencia organizada, hay una crisis dentro de la Secretaría de Seguridad Pública estatal, que cuenta con 3 mil policías que cumplen con sus funciones, pero ese número resulta insuficiente y se necesita contratar a más elementos, pero el procedimiento no es tan fácil como antes.

Comentó que su gobierno trabaja para que a mediano plazo pueda fortalecer a la Policía Estatal, pero también se deben fortalecer las policías municipales.

“No hay manera de tener, a corto plazo, una operación (de seguridad) solamente estatal, se requiere la intervención de la federación, hasta en cuanto no seamos capaces de fortalecer nuestro organismo local”, precisó.

Astudillo Flores defendió su propuesta de legalizar el cultivo de la amapola para terminar con la ola de violencia y el derramamiento de sangre por la disputa de los grupos criminales que aspiran a controlar los territorios de siempre y las rutas de trasiego de la droga.

“Tenemos que encontrar una ruta como la hay en otros países, en un programa piloto, que se siembre la amapola legalmente para fines medicinales, no hay otra manera que ayude a bajar el índice de violencia”, reiteró.

Afirmó que “la delincuencia obesa que opera en estas regiones, está obesa por ese tema: sus armamentos, todo lo que traen, son de mayor dimensión de los que operan en Acapulco. Vean el video de los que entraron a asesinar a las personas donde vendían llantas, unas pistolas. Vean a los que aparecen por acá en los videos. No son pistolitas, es otro tipo de armamento” el que usan, detalló.

Insistió que “en Chilpancingo hay delincuentes más peligrosos que en otros lados; todos son peligrosos, pero aquí lo son más porque, porque en Acapulco son bandas que se dedican a vender drogas, para asaltar y extorsionar, y el tema de aquí –igual que el de Iguala—, es que están buscando el control de la amapola, y todas esas bandas que están ligadas a este esquema, son más peligrosas todavía”.

Explicó que la amapola se siembra en Guerrero pero no se consume en la entidad, se va al mayor mercado que es Estados Unidos, donde se produce la heroína, así como los medicamentos contra el dolor.

Uno de los socios le dijo que en Chilpancingo se padece una situación de ingobernabilidad ante la falta de atención de diversos problemas, principalmente en servicios públicos e inseguridad, y Héctor Astudillo respondió que “en el caso de Chilpancingo, ¿qué les puedo decir? Yo quiero ayudar, trato de ayudar todos los días, trato de poner mi parte para poder colaborar. Lo que sí no puedo hacer, es ser presidente municipal. No tengo interés en volver a ser presidente municipal. Se los juro por Dios. Lo que sí tengo ganas es de ayudar y voy a hacer todo lo que esté a mi alcance”, insistió.

 

Guerrero tiene gobernabilidad, defiende

 

Aseguró que en Guerrero hay gobernabilidad, porque el gobierno estatal y el Congreso del Estado funcionan normalmente, así como 80 municipios, y sólo en Apango hay un conflicto porque un grupo de opositores demanda la destitución de la presidenta municipal, Felicitas Muñiz Gómez, pero ese conflicto no es atribuible a su gobierno.

Admitió que el principal problema de Guerrero es la violencia y que de no ser por esta situación, la entidad estaría en plena normalidad.

El dirigente de la Coparmex Chilpancingo, Adrián Alarcón Ríos, le dijo al gobernador que no se nota una estrategia de seguridad clara para la capital y que se manifiesta con acontecimientos como los ocurridos el martes pasado.

Astudillo Flores respondió que en la última visita del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, le pidió que la próxima reunión del gabinete de seguridad nacional se realice en esta ciudad, porque las circunstancias de violencia lo ameritan y dijo que espera que puedan asistir los empresarios para que expongan sus inquietudes.

 

Replantea plazo de un año para acabar con violencia

 

El gobernador también dijo que al cumplirse un año de su administración, tendrá que darle “una sacudida al gabinete” porque es necesario reconocer que “hay gente que ha estado a la altura de las circunstancias y hay gente que no lo ha estado”.

“Obviamente no se trata de lastimar a nadie”, se trata, dijo, de que los integrantes de su gabinete estén para ayudarlo y no para beneficiarse de la posición que tienen en el Gobierno.

“Lo primero que se tiene que hacer es que cada quien tenga muy claro que la ruta es servirle bien a Guerrero, sin límite de tiempo, sin sábados, sin domingos; para un servidor nunca ha sido un problema trabajar los sábados y domingos, y aun así no alcanza el tiempo para hacer todo lo que se requiere hacer”, indicó.

Reveló que trae varios nombres y varias posiciones del gabinete estatal en las que podría realizar los cambios.

Aceptó que “cuando pensamos que las cosas mejoran, de pronto pasan cosas como las de ayer”, en referencia a los hechos de violencia registrados en la capital de Guerrero.

Recordó que a principios de mayo, en una entrevista con el periodista Carlos Loret de Mola, le dijo que esperaba que en un año pudiera disminuir la violencia en Guerrero, pero que viendo con serenidad ese compromiso “no va a ser nada sencillo” de cumplir, porque “hay una presencia delincuencial muy grave”.

Para lograr la disminución en la criminalidad, dijo que es necesaria la participación ciudadana a través de las denuncias, porque se hacen operativos como el de Chilapa, con 3 mil militares, mil policías federales que recorrieron los cerros, pero nadie acusó a nadie y se regresaron con las manos vacías, y el problema persiste en ese municipio, igual que en Acapulco, Chilpancingo, Zihuatanejo, Iguala, en Tierra Caliente y en la sierra.

“El gobernador debe tener los pies bien colocados sobre la tierra, no confundirse, se gobierna un estado muy complicado, no en bonanza. Yo creo que el tema de un año, hay que revalorarlo, porque no es un asunto nada sencillo y soy el primero en entenderlo”, afirmó.