* Alejandro Martínez, presidente de la Fecanaco en Acapulco, admitió que la nueva estrategia de seguridad bajó el número de homicidios, pero se quejó de que las extorsiones crecieron 60% 

 

ANA LILIA TORRES

 

ACAPULCO.— El presidente de la Federación de Cámaras de Comercio  (Fecanaco), Alejandro Martínez Sidney, dijo que los empresarios reconocen que con la nueva estrategia federal en los seis municipios más inseguros del estado, hubo una disminución de los homicidios dolosos, pero el delito de extorsión, que más ha afectado al sector empresarial, creció un 60 por ciento.

El dirigente empresarial señaló que el delito de extorsión aumentó de manera incontrolable y en lo que va del año ha provocado el cierre de mil 800 negocios en distintas zonas de Acapulco, por lo que consideró que el operativo federal debería ser más integral y no sólo atacar el fenómeno de los homicidios.

En los últimos días, el gobierno estatal ha informado que hubo un descenso en el número de homicidios dolosos, a partir del inicio de la estrategia de seguridad en los seis municipios con mayor índice de violencia en Guerrero.

“Los homicidios han bajado, pero tenemos un incremento en la extorsión, que del año pasado a la fecha aumentó en un 60 por ciento, que se refleja en el cierre de negocios, en la zona de hospitales de Acapulco, La Laja, Renacimiento, Zapata y de manera reciente en la costera Miguel Alemán”, indicó el representante del gremio empresarial.

Martínez Sidney señaló que la delincuencia está golpeando no sólo a los negocios establecidos, sino también a los puestos semifijos e informales, que están cerrando por las amenazas de extorsión y secuestro. “Es un problema que está lastimando de manera muy voraz al comercio de Acapulco”, enfatizó.

Ante este panorama, el dirigente empresarial estimó que deben las autoridades estatales establecer una verdadera coordinación con el gobierno federal para prevenir y combatir el fenómeno de extorsión, que requiere de una labor de inteligencia e investigación.

En ese sentido, Martínez Sidney expresó que el problema por el que la extorsión ha aumentado, es que es un delito que persigue el fuero común y que alcanza el derecho de liberta de fianza, por no estar configurado como delito grave en el Código Penal del estado.

“Al no estar catalogado como delito grave, el delincuente paga una fianza y en 72 horas queda libre, mientras que el denunciante queda vulnerable al estar en la calle el responsable de la extorsión”, indicó.

Por lo tanto, señaló que es preciso que el gobierno del estado envíe una iniciativa de reforma al Código Penal para que se tipifique como delito grave la extorsión y lo persiga el gobierno federal, que tiene todas las herramientas para investigar este delito y hacer que los delincuentes no alcancen libertad bajo fianza”, subrayó.

El dirigente de la Fecanaco indicó que por la misma situación los empresarios que son víctimas de extorsión se rehúsan a presentar denuncias contra delincuentes que les exigen pagos de cuotas en sus negocios, porque temen arriesgar sus vidas.

Dijo que la Cámara Nacional de Comercio ha denunciado recientemente que la delincuencia está extorsionando ahora no sólo a los empresarios de establecimientos de las zonas centro y periferia, sino que están amenazando también a los que se ubican en la costera Miguel Alemán.

Por último, el dirigente del comercio organizado expresó que es grave el aumento de extorsiones, debido a que afecta principalmente a la mediana y pequeña empresas, que conforman el 80 por ciento de la planta productiva y de la cual, dependen en su mayoría los empleos en Guerrero.