* José Manuel Armenta afirmó que también hubo omisiones por parte de delegados que lo antecedieron, quienes no siguieron los procesos correspondientes
GILBERTO GUZMÁN
El delegado de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), José Manuel Armenta Tello señaló que la falta de procesos en la construcción de viviendas para damnificados por las tormentas ‘Manuel’ e ‘Ingrid’ de septiembre del 2013, como las Manifestaciones de Impacto Ambiental, el cambio de uso de suelo o censos mal elaborados, son las causas de que en Guerrero se presenten retrasos de hasta dos años en la construcción y entrega de viviendas.
Destacó que aunque las omisiones no fueron cometidas por el equipo que encabeza, la instrucción del gobierno federal es trabajar en forma permanente para garantizar que las personas afectadas con este retraso reciban sus viviendas cuanto antes.
“Entendemos la postura de los habitantes de la Sierra y de todos los damnificados, que después de tres años no tienen sus viviendas”, señaló el funcionario luego de encabezar una reunión con representantes del Congreso Agrario Permanente, la organización Puedess y habitantes de varias localidades de la Sierra, en la que participó el director nacional de Ordenamiento Territorial y Atención a Zonas de Riesgo, Armando Saldaña.
Armenta Tello indicó que a pesar de que el equipo que encabeza no ha sido el responsable de la falta de procesos que han afectado a miles de familias damnificadas por las tormentas, han asumido “la responsabilidad institucional” y se han realizado “las gestiones y los trámites necesarios para corregir lo que no se hizo en el pasado”.
Subrayó que la omisión de procesos ha provocado el enojo justo de damnificados, a quienes les reiteró que aun cuando no es el responsable de tales omisiones, ha trabajado en forma intensa para concluir la entrega de viviendas.
En el caso de los fraccionamientos cuyos trabajos de construcción permanecen abandonados hace más de dos años, el delegado explicó que la irresponsabilidad es de las empresas que comenzaron a ejecutar los trabajos y no los terminaron, provocando obras inconclusas en perjuicio de los beneficiarios que reclaman la entrega de sus viviendas.
“Después, sobre estos fraccionamientos se imponen sanciones, lo que provoca clausuras y finalmente eso impide que se sigan desarrollando los trabajos”, apuntó.
Otra omisión de funcionarios anteriores que ha tenido que atender, agregó, es el hecho de que haya familias de las comunidades de Azinyahualco, Chicahuales, El Fresno y San Vicente, ubicadas en la sierra de Chilpancingo, que fueron censadas a partir de las afectaciones de las lluvias de hace tres años, pero inexplicablemente no fueron incluidas en ningún programa de atención por parte del Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fonden).
Ante esta situación que ha derivada en numerosos reclamos y protestas por parte de los afectados, Armenta convocó a las dependencias involucradas en estas acciones congruencia en el cumplimiento de las instrucciones del gobierno federal de atender a las comunidades en forma inmediata.