Temas Cotidianos

 

Por Félix J. López Romero

 

Lamentarse nada arregla

 

Ante los daños ocasionados en diversos municipios sobre todo en la región de la Costa Grande, el gobierno estatal se ha dirigido a la secretaría de Gobernación, con el propósito declare a la región zona de desastre, ante los destrozos ocasionados recientemente por la tormenta “Newton”. Esta misma contingencia vivieron los costeños hace tres años, con la tormenta “Manuel” y enseguida el huracán “Ingrid”, que devastaron los campos agrícolas, derrumbaron cientos de viviendas; ocasionando además la muerte de algunas personas.

Esta trágica lección debieron tomarla, quienes asientan sus viviendas en zonas de peligro, sin ponerse a pensar que su imprudencia podría tener resultados trágicos, aun cuando en esta ocasión no hubo sucesos trágicos que enlutaran diversos hogares. Con toda oportunidad las autoridades de Protección Civil, alertaron a la población de las lluvias, las que en el presente ciclo serían copiosos; de allí la advertencia de tomar todo género de precauciones.

Desgraciadamente somos un pueblo que no sabe escuchar, porque de ser así podrían utilizar terrenos planos para la construcción de viviendas, no las márgenes de barrancas y ríos, cuyas aguas al aumentar de volumen arrastra todo a su paso, o bien establecerse en terrenos ariazgos que las lluvias reblandecen, ocasionando tragedias que pudieron evitarse.

Ante las muchas averías ocasionadas por los fuertes aguaceros, el gobernador Héctor Astudillo Flores ha recurrido a la ayuda federal, para solicitar el auxilio de la entidad, cuyos desperfectos pudieron prevenirse, pero alegando su pobreza las familias se asientan en donde más peligro corren. Ojalá y esta dura lección se la aprendan, quienes gustan vivir retando al peligro.