¿Cómo chícharos de maraca?

 

Felipe Victoria

 

Es potestad del titular del Poder Ejecutivo Federal designar, remover e intercambiar a los altos funcionarios de su gabinete y, para acabar pronto, a cuanto servidor público tenga a bien hacerlo. No necesita dar razones de sus decisiones u ocurrencias.

El problema de fondo en este país es que, la llamada carrera de servicio público es un mito genial, rarísima ocasión se llega a ver que alguien vaya ascendiendo en el escalafón hasta llegar a la cúspide, eso únicamente sucede en las fuerzas armadas donde los grados y jerarquías deben irse conquistando por antigüedad, capacitación, aptitud y actitud.

Cuando José López Portillo y Pacheco habilitó como disque “General” a su pendenciero cuate juvenil Arturo Durazo Moreno, convertido en el jefe de jefes policiacos, fue precisamente por capricho, generando tremendo malestar en la clase castrense y ya después con Miguel de Lamadrid, quedó prohibido para los gendarmes civiles utilizar la nomenclatura militar.

Así las cosas, raro es cuando un subsecretario llega a ser el titular de la dependencia con base a su experiencia en el ramo, igual que un jefe de Departamento ascienda a Director General; es más, la constante es que todos los puestos de medianitos a superiores en la administración pública, sean concedidos de la noche a la mañana a personas que ni conocen qué se hace en donde llegan a dar órdenes, pero al cabo que siempre hay una burocracia sumisa que se resigna y conforma con mantenerse empleado.

Jefecillos llegan y se van, cada uno con sus estilos personales que suelen derribar lo que se había edificado para reinventar hilos negros y aguas tibias; que cuajen sus reformas o no, poco le importa, sabedores que en cualquier momento podrán ser removidos y entonces se las ingenian para ver de dónde consiguen beneficios extra nómina, pues además hay que “ahorrar” por si la suerte les cambia para mal y se quedan en la banca un tiempo, o para siempre.

Donde eso se nota más es en los dos mil y tantos municipios mexicanos, pero hay grupos, clanes y apellidos con tanta suerte que siempre se colocan donde sea, de lo que sea, sin importar que haya buena paga, porque se conforman con ubicarse en donde “haya modo”.

Así ha sido en toda la administración pública desde siempre y no se ve que pudiera cambiar; los cargos superiores no son para los más aptos y expertos, sino para los más hábiles como saltimbanquis y los mejor relacionados o recomendados, que ni que si tienen parientes encumbrados, el nepotismo es un uso y costumbre sagrada.

En fin, para diciembre Dios mediante el presidente Peña Nieto habrá cumplido cuatro añotes al frente del país y del gabinete original ya quedan menos en los mismos puestos.

No fue ninguna sorpresa los cambios hechos el miércoles. Luis Videgaray Caso se tenía que ir, pero no crean que fue sanción por la ocurrencia de invitar al enemigo Donald Trump, no señores, lo que pasa es que Eruviel Ávila necesitaba saber a quién le “heredará” el feudo mexiquense y “el primo incómodo” Alfredito del Mazo Maza ya andaba comiendo vísperas, inquietando a la prima Carolina Monroy metida al PRI, primero como cuña para Manlio Fabio Beltrones Rivera y ahora para Enrique Ochoa.

¿Tiene posibilidades verdaderas Videgaray de convertirse en  gobernador del Estado de México? Parecería que sí, dinero no le faltaría para hacer campaña fuerte ni lo más importante: el espaldarazo de su amigo Peña Nieto y la aceptación de Eruviel Ávila.

El cambio pudiera no favorecer a José Antonio Meade Kuribeña por las tormentas fiscales y financieras que se nos vienen pronto, sobre todo a partir de noviembre, cuando ya se sabrá si gana en los USA Hillary Clinton o hace la chica el temible Trump.

La lotería de la Sedesol que se pensó sería el refugio adecuado para Miguel Ángel Osorio Chong, mientras deciden si darle la  candidatura tricolor, se la dieron a su segundo de a bordo, Luis Enrique Miranda Nava, cuatísimo del presidente.

En México, los únicos chicharrones que truenan son los de los presidentes en turno.

De todos modos habrá que esperar a que cobren sus aguinaldos algunos que tal vez ni los peregrinos carguen comenzando las posadas, sin soslayar cualquier eventualidad que precipite cambios emergentes en el gabinete.

¿Qué hay de algunos muy mencionados para que debuten en la Diplomacia? Ya se vio que un exgobernador de Veracruz anda en el triste exilio como Cónsul en Portugal, pero en el caso del sonorense Beltrones debiera ser cuando menos de embajador digamos en Francia o España, si es que aceptara, porque la tentación de muchos tricolores es que se lance como candidato independiente o que le regalen registro para un nuevo partido, todo con tal de disminuirle poder al MORENA de López Obrador.

Un reborujo divertido, pero peligroso, lo que sucede en este México víctima de la inseguridad pública y la deficiencia policial, con una minoría del magisterio disidente que nos hace la guerrilla urbana en cuatro estados de la República, sin que hay visos de que Aurelio Nuño Mayer pueda con el paquete.

¿Cuánto tiempo más resistirá en Bucareli Miguel Ángel Osorio Chong y Arely Gómez en la PGR?