Isidro Bautista

 

Debe considerarse como suficiente el despliegue de ataques y contraataques originado con motivo de la solicitud de préstamo de 158 millones de pesos presentada por el Ayuntamiento de Acapulco, que encabeza el alcalde Evodio Velázquez Aguirre.

Ahora, hasta el mismo Manuel Añorve Baños, en su carácter de ex presidente municipal, y el diputado Sebastián de la Rosa Peláez aparecieron en escena, al verse obligados a salir al paso, con sus propios argumentos.

Guerrero tiene tantos problemas como para evitar distraerse en pleitos. A estas alturas, a un mes de los dimes y diretes suscitados en torno al edil perredista, la gente prefiere incluso ver todavía más el drama de Juan Gabriel.

La situación en que se encuentra esta entidad federativa amerita que los tres órdenes de gobierno trabajen coordinadamente, cada quien en el ámbito de las facultades que le confiere de la Ley.

Si el crédito está solicitado según la Ley, pues adelante; es asunto del Ayuntamiento, autorizado por su Cabildo, y que lo destine a donde mejor le parezca, también conforme a la ley.

Todo Ayuntamiento tiene derecho a pedir dinero prestado para atender las necesidades del municipio.

Y si el crédito no está solicitado según la Ley, pues habrá que hacerla cumplir, o en su caso, a fincar las responsabilidades que procedan, pero ya no seguir con ataques y contraataques, mientras la sociedad en general está hasta el cuello con la ola de violencia.

Velázquez Aguirre, el lunes pasado, informó de una reunión que realizó con el Grupo de Coordinación Acapulco, integrado por los tres niveles de gobierno, para revisar los temas de seguridad en el puerto. “Seguimos trabajando coordinados con el estado y la federación para disminuir las causas que generan la violencia y la delincuencia”, afirmó.

¿Por qué no reunirse entonces con el gobernador Héctor Astudillo, y que su dicho de “seguimos trabajando coordinados con el estado” sea congruente con los hechos?

Ya Añorve Baños aclaró suficientemente que recibió de la administración que le antecedió un problema financiero que no le impidió trabajar, y que nunca declaró que el gobierno de Félix Salgado haya contratado créditos.

De la Rosa Peláez dijo que hay una embestida contra el alcalde acapulqueño, y que ésta es para desviar la atención de los guerrerenses de otros temas, como el de la seguridad, o la vinculación de personajes priístas con individuos detenidos acusados de pertenecer a la delincuencia organizada.

Y Astudillo está en lo suyo: celebró la iniciativa del presidente Peña Nieto de combatir los homicidios dolosos en los 50 municipios de mayor incidencia delictiva en el país, y que asumirá la responsabilidad de la seguridad en el estado siempre en conjunto con la sociedad, luego de reunirse con la Alianza de Organizaciones Sociales de la Sierra de Guerrero, y de visitar Cualác, Huamuxtitlán, Atenango del Río y Copalillo.

Que no haya ni ganadores ni vencidos. Que Evodio se dedique a gobernar. Puede pasar el hecho de que otros personajes públicos respondan con ataques o contrataques, pero no de alguien que debe estar concentrado a gobernar, más con tantos problemas que hay en Acapulco, como en el resto del estado. isidro_bautista@hotmail.com