* Ayer quemaron llantas en la Autopista del Sol en Tierras Prietas, ocasionando que el tránsito vehicular se interrumpiera durante unos 40 minutos

 

Jesús Saavedra

Estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa quemaron llantas en los dos carriles de la Autopista del Sol, a la altura del punto conocido como Tierras Prietas, al norte de esta capital, para exigir la renuncia del director de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de la Procuraduría General de la República, Tomás Zerón Lucio, y la presentación con vida de los 43 normalistas en Iguala, quienes este viernes cumplen 23 meses desaparecidos.
La protesta de los estudiantes provocó que el tránsito de vehículos en esa vía de comunicación de cuota estuviera cerrada durante más de 30 minutos, hasta que policías estatales y Bomberos sofocaron el fuego y retiraron los restos de llantas que quemaron los normalistas.
Este miércoles los estudiantes llegaron a este lugar del bulevar capitalino a bordo de un autobús y una camioneta, justo en el entronque al libramiento de cuota a Tixtla, donde descendieron y enseguida un grupo colocó una manta encima de un espectacular de Caminos y Puentes Federales (Capufe) en el que se hacen recomendaciones para evitar accidentes viales. “Vivos los llevaron, vivos los queremos. Nos faltan 43 y miles más”, decía.
Posteriormente, los normalistas colocaron llantas a mitad de los cuatro carriles de la autopista y luego de rociarlas con combustible, les prendieron fuego, lo que provocó que policías federales del sector Caminos cerraran la circulación debido al peligro que representaban para los automovilistas que transitaban por esa vía.
Otro grupo de estudiantes colocó otra manta sobre el puente que es distribuidor vial hacia Zumpango, en tanto otros jóvenes pintaron con spray en los muros de división de la autopista sus exigencias, una de las cuales es la renuncia de Tomas Zerón director de la AIC de la PGR, a quien acusan de haber manipulado la investigación que se inició por la desaparición de los 43 normalistas en Iguala, al sembrar los restos de dos de los jóvenes desaparecidos en el río San Juan, para que los pudieran identificar especialistas forenses.