Marchas negociables

 

Felipe Victoria

 

El que se obstruya la libre circulación de la gente en caminos y calles, también en la capital de la república los tiene “hasta la madre”.

Jorge Fernández Menéndez publicó en su columna “RAZONES” algo interesante al respecto y les comparto fragmento:

“La Corte y los bloqueos”

“Regular las marchas no es un tema menor cuando en la Ciudad de México se tienen 20 marchas, manifestaciones o bloqueos diarios y cuando las mismas provocan que los capitalinos perdamos, estancados en el tráfico, nada menos que 14.4 días al año. Según un estudio del sitio holandés TomTom, que estudia el tráfico automovilístico en el mundo, los habitantes de la CDMX perdemos alrededor de 346 horas al año en sus traslados, o sea 57 minutos extra de lo que debería ser un traslado normal, es decir casi 15 días al año. Nadie en el mundo pierde más tiempo en trasladarse”.

“Es una enorme pérdida de tiempo, de calidad de vida y de productividad económica, sobre todo, porque esas 20 marchas diarias en la capital del país no respetan regulación alguna. El que prohibió que hubiera bloqueos en vías primarias de la Ciudad de México fue Andrés Manuel López Obrador, con uno de sus primeros “bandos” a poco de asumir el gobierno capitalino, allá en diciembre del 2000. Fue, también, el que más violó esa normatividad con el tristemente célebre bloqueo de Reforma y el Centro Histórico seis años después. Esa norma nunca fue aplicada por los gobiernos capitalinos y federal en los últimos 16 años. Y el abuso ha sido cada día mayor”.

“Por eso en 2014 se aprobó una Ley de Movilidad para la Ciudad de México que, en cuanto fue aprobada por la Asamblea de Legislativa, hizo entrar en pánico a varios de sus patrocinadores, de forma tal que ellos mismos la impugnaron por “violar la Constitución”. La Suprema Corte de Justicia de la Nación, sin embargo, ayer mismo le dio el visto bueno a esa Ley que contempla, entre otras cosas, la obligatoriedad de avisar con 48 horas de anticipación la realización de cualquier marcha en la capital y que establece, también, normas sobre la prohibición de bloquear calles y avenidas”.

“La pregunta es si esta Ley se aplicará, aunque tenga el visto bueno de la Suprema Corte. Está prohibido bloquear vías primarias y esto ocurre todos los días. Está prohibido tomar carreteras, autopistas y casetas de peajes y esa violación a los derechos de la ciudadanía se comete cotidianamente. Ayer mismo los dirigentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación decían que, a pesar de las negociaciones que llevan a cabo, continuarán con esas y otras medidas, que además aseguran que serán más duras (¿piensan incendiar Tuxtla o la ciudad de Oaxaca?), “porque es la única forma en que nos escuchan”. En realidad quieren decir que es la única forma que tienen para imponer por la fuerza, no por la razón, sus intereses personales y de grupo”.

“Si las marchas nos quitan a los capitalinos casi 15 días al año, días que pasamos atascados en el tránsito vehicular, los bloqueos en carreteras y vías férreas le quitan a la economía del país, y obviamente a nuestros bolsillos, cantidades millonarias. Según la Concamin con los bloqueos realizados en los últimos 90 días por la Coordinadora se han perdido 75 mil millones de pesos. Seis mil por exportaciones no realizadas, 14 mil millones de pesos por inversiones extranjeras no efectuadas por temer a esos bloqueos, y lo demás por los daños inherentes a los mismos. Súmele usted a eso el robo de mercancías en los bloqueos, que suma miles de millones de pesos; los centenares de camiones y autobuses secuestrados, con el costo que tiene por ejemplo para una línea de transporte tener varado su capital (sus autobuses) durante tres meses consecutivos; súmele las pérdidas en turismo (la Sectur estima la caída hotelera en Oaxaca en un 28 por ciento en esta temporada de vacaciones) y en comercio por el bloqueo a centros comerciales o tiendas, y la cifra es brutal. Es, como dijo el senador Roberto Gil, como si el país hubiera sido azotado por un huracán categoría cinco”.

-Tilin, tilín- Suena la campanita escolar.

-Maestra Pizarrina, ¿le fue bien a su primo el novelista en la conferencia de Osorio Chong?

-Sí chamacos, pudo saludar a muchos conocidos. Especialmente Don Roberto Femat Ramírez fue muy atento, deberían aprenderle algo muchos jefazos de prensa.

-En la sencillez está la grandeza, ¿verdad?

-Cuestión de estilos, aquí los ladrillos les quedan muy altos a algunas personas y son mareadores.

-¡Shhh… cábrese cayona teacher!, no les haga olas que ya los traen en la mira.

-Es que algunos ni siquiera saben quién es su verdadero jefe y se confunden.

-A propósito maestra, ¿cree que aquí en Guerrero ya sea necesario que le bajen a tantas marchas por cualquier motivo, que perjudican a la gente?

-Por las buenas no esperen que los líderes entren en razón, es su negocito.

-¿Nomás de ellos o igual de quienes las toleran? ¿A poco les cobran diezmo cuando les dan una la nota para que se quiten?

-Aquí nadie da brinco sin huarache.