* Alcaldes perredistas son “los creadores de una cultura de la complicidad con grupos delictivos regionales” en Guerrero, “y su partido los ha protegido”, acusó ayer el dirigente estatal del tricolor

 

Redacción

 

“La pendiente peligrosa de violencia e impunidad y un estado ingobernable, fueron la herencia que dejaron los gobiernos perredistas tras diez años de gobiernos del PRD”, aseguró ayer José Parcero López, dirigente estatal del PRI, quien añadió que esa situación no es ajena “a los actuales dirigentes de ese partido, que ahora quieren echarle de manera injusta la culpa al gobernador Héctor Astudillo Flores, cuando gracias a las acciones y estrategia de seguridad han sido detenidos muchos cabecillas del crimen organizado” en Guerrero.

A través de un boletín, el presidente del Comité Directivo Estatal del tricolor aseguró que “no es cierto que los priistas estamos cargando la responsabilidad de la violencia y crímenes en Acapulco a su alcalde, Evodio Velázquez Aguirre, pero es su obligación brindar seguridad a los habitantes de su municipio como lo marca la ley”.

Recordó que por esa razón, el primer edil porteño “incluso ha reconocido el apoyo del gobierno de Astudillo para regresar el orden y la tranquilidad a su municipio, y a todo el estado mediante la estrategia de coordinación del Grupo de Coordinación Guerrero que une a las fuerzas de seguridad municipales, estatales y federales, con apoyo de la Armada y el Ejército”.

Parcero López dijo que “más que salir a cuestionar las acciones de este gobierno, la dirigencia estatal del PRD debería de decir qué fue lo que hicieron en los diez años de gobiernos perredistas” y precisó que si se suman “los asesinatos ocurridos en Guerrero de 2008 a 2015, la cifra que se obtiene es de 15 mil 891 casos”.

Explicó que “ese es el saldo de la violencia durante los diez años de gobierno del PRD en el estado”, y desglosó que en el 2008, “cuando el PRD tenía ya casi cuatro años en el gobierno con Zeferino Torreblanca, el saldo fue de mil 5 homicidios”.

Añadió que de esos 8 años, “el año más violento fue el 2012, con 2 mil 646 ejecuciones”, y que “en el 2015, ya bajo el gobierno interino de Rogelio Ortega Martínez, la mortandad llegó a 2 mil 402 homicidios”.

Parcero López señaló que “con esta última cifra recibió el gobierno el priista Héctor Astudillo y un recuento preliminar indica que en el primer semestre de este año se produjeron en la entidad 881 ejecuciones, por lo que la cifra de más de dos mil muertos que maneja Celestino Cesáreo Guzmán, es más que inexacta, como lo es decir que el gobierno ha sido omiso”.

El dirigente priísta “descartó que haya frivolidad o indolencia en gobierno de Astudillo, ya que es un gobernador incansable, trabajador, atento a los acontecimientos, que atiende con apoyo de las dependencias de su gobierno y el apoyo del gobierno federal, pues hay una estrategia que tiene que ir adecuándose a las circunstancias que van prevaleciendo”.

Aseguró que “cada alcalde y ex alcalde del PRD puede contar su historia personal secreta de su administración durante los últimos 10 años y las fortunas que han acumulado. Son ellos los creadores de una cultura de la complicidad con grupos delictivos regionales. Y su partido los ha protegido y los alienta. El índice de fuego acusador no es la salida. Es el compromiso nacional de la federación de combatir con toda la fuerza del Estado de derecho y la justicia al crimen organizado y eso es lo que gestiona Astudillo. Capturar a los capos y destruir sus redes del crimen”.

Por ello, reiteró su invitación al PRD para “reconstruir el tejido social cada quien en su ámbito y a buscar una participación activa y la denuncia de la sociedad. Se sabe dónde operan y viven los delincuentes, esa es tarea de los ediles, de la estructura social. No se puede vivir en el negocio y combatir el crimen. No admitimos más pérdida de vidas de funcionarios ni alcaldes. La fuerza del estado es superior. Los mejores estrategas están en los cuerpos de seguridad nacional. Los tenemos que vencer. Esa es la ruta”.

Finalmente destacó: “Ya déjense de apuntar con el dedo, usen el cerebro para proponer soluciones a sus mismos alcaldes. Astudillo sabe lo que ocupa. Y eso lo gestiona eficientemente. Solo que Guerrero no es Astudillo, Guerrero somos todos y todos vamos a ganar la batalla al crimen. Ya Cesáreo, ponte las pilas y déjate de lloriquear”.