* Sedatu entregará buenas obras

* Delincuentes denigran a servidores

* La verdad, siempre aplasta mentiras

 

Jorge VALDEZ REYCEN

 

José Manuel Armenta, delegado de la Sedatu en Guerrero, dejó en claro que está para trabajar y entregar buenas cuentas de su trabajo.

En la agenda de riesgos por la que transita, luego del colapso dejado por los huracanes “Ingrid” y “Manuel”, la Sedatu ha tenido que enfrentar a oportunistas que pretendieron despojar a verdaderos damnificados de casas que se construyeron, luego lo pésimo de las mismas construcciones y un sinfín de contratiempos que han postergado y demorado las entregas.

Armenta ha sido receptivo a las denuncias de damnificados. Es por cuestión de valores y principios. Y en esto radica la diferencia entre servidores públicos.

Esto es a propósito de dos episodios claros donde se denigra a servidores públicos, pretendiendo involucrarlos con grupos delincuenciales. El caso del diputado federal Ricardo Taja, que tiene un tinte de extorsión disfrazado con mensajes de la delincuencia organizada.

El otro es del presidente del Tribunal Superior de Justicia y Notario Público 19 de Acapulco (con licencia), Robespierre Robles Hurtado, con el ataque a disparos con arma de fuego contra la fachada de la notaría, en el fraccionamiento Costa Azul del puerto. Las cartulinas con mensajes difamatorios y exigencias, forman parte del oprobio para denigrar al servidor público en su carrera y que por la investidura tan alta como presidente del Poder Judicial, destaca su importancia y trascendencia.

El escándalo orquestado tiene una explicación para el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, quien estuvo en Acapulco en la reunión mensual de evaluación del Gabinete de Seguridad Nacional. Para Osorio el ataque a la notaría es una reacción a la acción contra un objetivo importante detenido y sometido a proceso judicial. Es la amenaza velada de exigir impunidad, el motivo de la denigración al servidor público.

Osorio Chong recordó que así les dijeron al inicio de la administración presidencial de Enrique Peña Nieto: “Nos dijeron que estábamos al lado de la delincuencia organizada… y ya llevamos capturados a 133 peligrosos delincuentes y jefes de bandas criminales”.

Aunque no se trata de una defensa, Osorio Chong sí abordó el tema con cierta dosis de tranquilidad, puesto que ya ha sido recurrente este tipo de mensajes y cartulinas donde se denigra al funcionario, si éste no accede a las componendas o a las amenazas veladas.

Héctor Astudillo Flores dijo que nada hubiera pasado si el fiscal Xavier Olea Peláez no detiene al presunto jefe de sicarios del grupo delictivo de Acapulco, en Cuernavaca, Morelos. Nada pasaría si se deja de hacer o se deja pasar… pero ese es el gran detalle, la gran diferencia. Es la definición del ser o no ser… aunque suene muy Shakeasperiana la cosa.

La verdad siempre ganará a la mentira. Quizá se tarde un poco, pero llegará el triunfo de esa verdad. Y para unos será dolorosa, para otros el bálsamo curador de las heridas.

La verdad y la mentira, en tiempos de la narcoviolencia, tiene víctimas y lesionados.

Allá, en Morelos, un juez se lavó las manos con rapidez, cuando la papa caliente le quemaba las manos. Y la soltó. ¿Cobardía o miedo? Sólo él supo, si podrá conciliar el sueño en el futuro.

Nos leemos mañana… SIN MEDIAS TINTAS.