* Desgarrador testimonio de un padre quien recientemente perdió a su hijo, ejecutado por hombres armados
Bernardo Torres
Empresarios y organizaciones religiosas de Chilpancingo se declararon en luto, luego de la ola de violencia que ha azotado a la capital en los últimos años, y se dijeron hartos de la omisión y complicidad gubernamental con la delincuencia organizada.
La tarde de ayer llevaron a cabo una ceremonia en el teatro hundido de la alameda “Granados Maldonado”, para fijar su postura en torno a los últimos asesinatos en la ciudad y para hacer un llamado a la ciudadanía a despertar y organizarse frente a la violencia.
En el acto, participaron pastores de varias iglesias cristianas y el obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, y coincidieron en que la violencia está desbordada.
En esta ceremonia estuvieron presentes los padres del joven Kevin Castro, estudiante del Colegio de Bachilleres de 19 años, asesinado el sábado pasado.
Lamberto Castro, padre del joven tomó la palabra en medio del llanto por la reciente muerte de su hijo, pero dijo que a pesar de las amenazas que ha sufrido, no se quedará callado y exigirá justicia, hasta donde sus fuerzas le den.
El desgarrador testimonio conmovió al auditorio, relató que Kevin había empezado a trabajar para continuar sus estudios y para pagar la fiesta de su hermana, quien el día de mañana culminaría sus estudios de secundaria.
Tras narrar su historia, criticó a los tres niveles de gobierno, de quienes dijo, son incapaces de proteger la vida de sus gobernados, aun cuando se hacen grandes inversiones para adquirir armamento, que en nada sirve para combatir la delincuencia organizada, pues en Chilpancingo, en lo que va del año, más de 100 personas han sido asesinadas.
Hizo un llamado a la ciudadanía a no quedarse de brazos cruzados, a no esperar a que les toquen un familiar para actuar, pues por lo visto en las autoridades no se puede confiar.
Abrazando las cenizas de su hijo en una urna, recibió el apoyo y respaldo del sector empresarial y religiosos, para continuar en esta exigencia de justicia, no sólo de su hijo, sino de todos los jóvenes y niños que han perdido la vida, en medio de esta guerra entre las bandas del crimen organizado. (API)