Don Pablo Sandoval Cruz, quizá el más incónico de los líderes de la izquierda guerrerense, cumplió la semana pasada 98 años de edad. Ayer lo visitamos en su casa, ubicada en la colonia del PRD de esta capital. Lúcido, de una memoria prodigiosa, nos platicó algunas anécdotas pero también que dejó de disfrutar su copita de mezcal desde el 2012, después de que le detectaron una hernia hietal y problemas derivados de insuficiencia renal aguda, aunque “de vez en cuando me echo una”. Confesó que está más encorvado por un mal en su columna, pero “en lo general, ya estoy estable en mi salud”, a tal grado que ahora se atiende médicamente en Chilpancingo, ya no en la Ciudad de México. Expresó que “sigo lúcido, todo recuerdo… nombres, caras, y si me preguntan de dónde soy originario, contestaría que de Acatempan, Teloloapan, y que nací el 29 de junio de 1918. Estoy casi enterito”, comentó cuando tomó de su mesa y sujetó en sus manos dos botellas de vino tinto que le obsequió el gobernador Héctor Astudillo, junto con un saludo afectuoso y respetuoso, y que “mañana mismo comenzaré a degustar, para bien de mi corazón”. (Fotos: Isidro Bautista Soriano)