¿Cayeron candidaturas prematuras para 2018?

 

Felipe Victoria

 

En un país a todas luces convulso, por más que se quiera ver del lado amable y bonito que aún conserva, tan enorme y pródigo en recursos y bellezas naturales, nuestro talón de Aquiles sigue siendo la disímbola idiosincrasia por regiones y estados, aunque nos duela tener que aceptarlo.

No podemos doblegarnos a la manera de observar sumisamente lo que acontece permaneciendo callados, nos brota naturalito lo criticones, aunque nos falte ciertamente ser más propositivos y constructivos; quizá sea porque perdimos la fe en ser escuchados y tomados en cuenta por la élite que está en el efímero Olimpo del poder, enquistados como una moderna aristocracia de la burocracia, arrogante y petulante, en cuyos miembros nadie confía ni les cree la fecha ni la hora.

No se han dado cuenta con ese estilo de gobernar del triunfalista partido tricolor, que como sea se levantó ufano de la lona tras doce años de castigo, que otra vez no está convenciendo ni tienen contento a nadie, y que si le dieron el triunfo electoral en julio del 2012, fue porque los del blanquiazul no supieron hacerla para conservar la supremacía y se calculó que la otra opción, la perredista en aquel entonces del tabasqueño aferrado, se temía peor; fue así que más valió malo por conocido y México regresó a manos del partido de la célebre “dictadura perfecta”, como la calificó el escritor peruano Vargas Llosa.

Pero salió junto con pegado, casi tal cual lo satirizan en agudos filmes Luis Estrada y Epigmenio Ibarra con el actorazo Damián Alcázar; obviamente ya casi terminan su nuevo largometraje, que de tantas cosas feas que han sucedido el fallido tercer imperio de “la Corona mexiquense de Atlacomulco”, nos ha mantenido de sorpresa en sorpresa y de plano al filo de la butaca.

Nada más imagínense el margayate en rodaje con el infame reborujo por lo acontecido en Iguala en septiembre del 2014, cuando un grupo de fogosos e irresponsables chamacos estudiantes normalistas rurales de la aldea de Ayotzinapa, fue utilizado de carne de cañón como vándalos, sirviendo de escudo al grupo de ‘Los Rojos’ para incursionar en la ciudad sede del grupo ‘Guerreros Unidos’, mientras un comando de sicarios intentaría matar a los temibles Benítez y de paso les robarían casi cuarenta kilos de droga de la más cara: el peor agravio posible para los traficantes.

La monstruosa faramalla iniciada con la necia duda de si asesinaron y cremaron a los 43 delincuentes juveniles desapareciendo sus restos, dio el pretexto perfecto para enfocar reflectores hacia la inútil búsqueda de ellos y que quedara en silencio el problema de fondo: que ocasionalmente se descubrió el cuasi perfecto sistema operativo para fletar heroína de Iguala hasta Chicago en autobuses de pasajeros, un negociazo de millones de dólares que por décadas fue un secreto a voces celosamente guardado por el gobierno federal y el estatal, pero del que la DEA tiene pelos y señales hace mucho.

Nunca la dejaron actuar porque primero está abastecer el enorme mercado de adictos que en los USA, que allá son vistos como peligroso problema de salud pública, porque los negocios oscuros también les encantan a las mafias que hablan en inglés.

Faltan casi tres meses para que se cumplan dos años del incidente y ahí sigue de figura decorativa la parejita imperial de los Abarca-Pineda, muy ligada a los poderosísimos Beltrán Leyva, otrora  dueños de Guerrero junto con su primo el ‘Chapo’ Guzmán, que se la vivían veraneando en Acapulco codeándose con la crema y nata de la sociedad porteña, respetados y temidos por la clase política cuyas  campañas apoyaban por conveniencia práctica.

Hasta ahí ya le sobra material para otra película a Luis Estrada; lo que se ocasionó el 26 de septiembre y lo que siguió es para una magistral segunda parte, con las caídas colaterales de los gobernadores Vallejo y Aguirre, en Michoacán y Guerrero, con la grave crisis de preámbulo de revolución magisterial también en Chiapas y Oaxaca, que no atinaron a prever ni controlar sofocándola a tiempo, cuando fingieron no percatarse de las primeras llamas en el llano y hasta se les formaron grupos armados disfrazados de policías clandestinas patito, mientras en esas entidades se extorsiona impunemente a la clase trabajadora y productiva.

Ese segundo filme trágico tendrá obligadamente uno subsecuente para completar la trilogía del sexenio, que bien pudiera ni siquiera culminar, porque ya nada es imposible y todo pudiera suceder.

Así las cosas, las candidaturas prematuras a la Presidencia de 2018 son puras conjeturas sostenidas con alfileres.

-¡Tilín, tilín!- Suena la campanita escolar.

-Maestra Pizarrina, ¿sobre advertencia no hay engaño, verdad?

-¿Y eso qué, chamacos?

-Pues que ya le dijeron a los maestros revoltosos que le paren a sus bloqueos y tomas de casetas porque les echarán encima la fuerza pública.

-Ujule, esos endinos primero recurren a la provocación para alegar después represión y autoritarismo.

-Pues dijeron por Bucareli que ya se acabó el tiempo y como en las maquinitas “game is over”, de continuar como escuincles berrinchudos desobedientes comenzarán los chanclazos y cinturonazos.

-Eso nunca falla, aunque chillen como cuches en callejón; no dejaron de otra y ni modo.