* Adrián Alarcón, dirigente de esa organización empresarial, advirtió del riesgo de que ciudadanos que están dispuestos a defender sus trabajos se enfrente con maestros disidentes que protestan contra la Reforma Educativa

 

Gilberto Guzmán

 

Después de hacer un “llamado enérgico” a las autoridades de todos los niveles de gobierno para que pongan freno a las acciones vandálicas de los maestros de la CETEG, el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en Chilpancingo, Adrián Alarcón Ríos, explicó que la radicalización de las protestas en contra de la Reforma Educativa ocasionan pérdidas económicas al sector empresarial de la ciudad.

Advirtió que no se descarta la posibilidad de organizar a la población para confrontar a los profesores que entre sus recientes acciones han marchado, parado labores y vandalizado edificios públicos, como ocurrió el jueves pasado con las oficinas de la Subsecretaría de Educación Básica de la SEG.

Alarcón Ríos refirió que los miembros de la Coparmex observaron como el movimiento de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación (CETEG) durante varios meses permaneció en una etapa de tranquilidad aparente, pero que a partir de que estalló el paro laboral indefinido, el 15 de mayo pasado, sus acciones tomaron un camino radical y eso propició la caída de las ventas en varios giros.

Aseguró que las ventas en casi todos los giros comerciales en Chilpancingo están al 30 por ciento, situación que para muchos representa estar a pocos pasos de la quiebra definitiva.

Recordó que en 2012 se vivieron varios meses de agitación derivados de las protestas contra la Reforma Educativa, después llegaron las lluvias atípicas de 2013, se suscitó la tragedia del 16 de septiembre de 2014 en Iguala y ahora nuevamente la lucha contra la Reforma Educativa, lo que mantiene a los propietarios de negocios en la zozobra.

Además de la problemática social, indicó que los empresarios locales son golpeados de manera sistemática por la delincuencia común y también por la delincuencia organizada.

Alarcón Ríos señaló que el incendio provocado por maestros de la CETEG en el edificio que alberga a la Subsecretaría de Educación Básica de la Secretaría de Educación Guerrero (SEG) generó mucha inconformidad entre la sociedad de Chilpancingo, porque se trata de inmuebles que le cuestan al erario público.

“Nos duele a todos porque ese es el fruto de nuestros impuestos, en un ratito lo destruyen y después lo tenemos que pagar todos”, se quejó.

Por esa razón, dirigió un llamado a las autoridades de los tres niveles de gobierno para que desactiven la agitación social y eviten que siga la destrucción de edificios públicos que pueden afectar a domicilios particulares.

Recordó que la tarde del miércoles, trabajadores de una tienda departamental confrontó a los maestros disidentes cuando estos intentaban desalojarlos para cerrar el negocio, lo que es una primera señal que, desde la perspectiva del dirigente, las autoridades deben tomar muy en serio.

“Los ciudadanos se comienzan a organizar para actuar de manera independiente, porque las autoridades ahí están solo dejando pasar los acontecimientos y estamos hastiados de que nos ataquen nuestras fuentes de trabajo; que nos restrinjan la circulación vial”, anotó.

Dijo que ahora en Chilpancingo no solo “estamos a merced de los delincuentes”, sino que ahora está “el movimiento magisterial afectando nuestra vida cotidiana, y ya no sabemos qué hacer. La verdad estamos muy preocupados” por esta situación.

También mencionó que ya hace varias semanas, un grupo denominado Sentimiento Ciudadano se aglutinó para entregar un documento en el que pedían la liberación de la plaza cívica y de la avenida  Ruffo Figueroa, pero los mentores no tuvieron la atención de recibir el documento que acudieron a entregarles de propia mano.

También se quejó de la actuación de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (Coddehum), la que calificó como parcial, porque sólo se muestra receptiva ante los reclamos de la CETEG y sus aliados, pero no de los empresarios y los ciudadanos de Chilpancingo.

Recordó que hace unas semanas, “le entregamos en su propia mano al titular, al señor Navarrete Magdaleno”, un oficio en el cual le solicitaron que ya actuara ante esta situación, porque “nada más defiende los derechos humanos de los agresores, de los vándalos, no de los ciudadanos” que exigen poner fin a los desmanes de quienes con el pretexto de un conflicto social, se posesionan de espacios públicos y bloquean calles.