* Arturo López dijo que también hay otros cultivos que pueden generar “mucha economía” en la región, pero que requieren del apoyo del gobierno
Redacción
El comisario de la comunidad de Filo de Caballos, Arturo López, consideró que la legalización del cultivo de amapola con fines medicinales podría dar “muchos dividendos” a los habitantes de la Sierra, pero además de eso señaló que la región hay diversos ecosistemas que se pueden aprovechar para el beneficio productivo y económico de los pobladores.
Entrevistado por la periodista Denise Maerker en su espacio de Radio Fórmula, el comisario dijo que “aún estamos ubicados en que la legalización de la amapola nos puede dar muchos dividendos en la Sierra, mucha economía para la Sierra, pero también estamos en la posición de que la Sierra no nada más es amapola”.
Explicó que la región “también tiene otras características grandes, muchos ecosistemas, lugares en donde se pueden cultivar frutales o flores bajo invernadero, para que podamos salir adelante, y eso es lo que también le planteamos al gobierno federal”.
Cuestionado sobre si hubo una reacción de la autoridad a raíz de haber hecho público que las comunidades están viviendo de la amapola, Arturo López aseguró que “eso todos ya lo saben, a nivel mundial se sabe que Guerrero es el segundo lugar productor de goma de opio”.
Señalo que gracias a la difusión en medios de comunicación sobre la situación en la Sierra de Guerrero, “la autoridad sí ha puesto un poco los ojos hacia la Sierra, pero no tenemos resultados”.
En relación con las fumigaciones que desde aire hizo el Ejército Mexicano después de una época de tregua, en donde los militares iban a pie para destruir los plantíos con la intención de no afectar en el entorno, Arturo López explicó que “hemos tenido pláticas con el general de la 35 Zona Militar al respecto, y solicitamos que si se va a continuar con la destrucción (que se debe continuar hasta que no tengamos algo firme, sólido y legal) que lo hagan de forma manual como lo venían haciendo antes”.
Reveló que “ya no han subido los helicópteros en la Sierra, todavía hubo hace unos 15 días y ahí quedamos en que se iba a controlar, se iba a dejar de fumigar y se iba a llevar a cabo de forma manual el combate a los enervantes, que era una de nuestras peticiones más importantes, por la destrucción masiva que se estaba haciendo de la Sierra”.