Por Andrés Campuzano Baylón
La llegada en este año de cruceros abarrotados de turistas internacionales a Acapulco e Ixtapa-Zihuatanejo, revela que los casos de violencia no han tocado o alejado a los paseantes que huyen del frío y prefieren a nuestros destinos de playas y ciudades.
Cabe decir que algunos casos de violencia también la padecen en Estados Unidos y en menor medida en Canadá.
Platicando hace mucho tiempo con la promotora turística, la fallecida empresaria Jackeline Pettit y con los también turisteros desaparecidos, TedyyStaufer “Mister Acapulco” y el discotequero Miguel Torres, los 3 coincidían en que Acapulco es tan hermoso, muy bendecido por la naturaleza, que ningún otro lugar del mundo le va a quitar su sitio mundial, porque la belleza, clima y la calidez de su gente del puerto, simplemente “es incomparable; ¡única en el planeta!”
Podrán otros sitios competir con Acapulco, como lo hacen, algunos de manera tramposa, pero jamás le llegarán a lo hermoso de su bahía, cerros, playas y un increíble clima cuyo promedio es de entre 18 y 33 grados centígrados todos los días del año.
Ni huracanes, sismos y algún acto violento podrá lastimar a Acapulco ni a alejar a los turistas que llegan todos los meses a descansar en sus playas y a disfrutar de este hermosísimo sitio de comidas, resplandor, playas, palmeras; sol, luna y estrellas.
No por nada ni es casual a que a Acapulco se le llama “La Perla del Pacífico” o “El Paraíso de América”. Pese a los enemigos de Acapulco, incrustados en eso que se llaman “redes sociales”, que se dicen “periodistas”, y que muchos de ellos ni nacieron en Guerrero, pero utilizan malévolamente esa bondadosa tecnología para infructuosamente dañar a nuestra heroica entidad –en donde se inició por añadidura gran parte de la gesta de la Independencia de México—, vaticinamos que por enésima ocasión tanto Acapulco como Guerrero saldrán invictos de esta sucia y agresiva campaña de desprestigio que no pega ni pegará.
La labor del gobernador Héctor Astudillo Flores ya rinde frutos y es tiempo de que el jefe del Ejecutivo del estado emprenda y encabece una comitiva de funcionarios y empresarios para decirle al mundo, allá, en el extranjero, que el turismo en promedio diariamente llega a Guerrero (Acapulco, Taxco e Ixtapa- Zihuatanejo) en un 80 y 85 por ciento en hoteles y casas, y no se diga del turismo nacional que cada fin de semana está ahí noble y solidario ocupando las hospederías.
El turismo trae beneficios enormes. Da prosperidad a la gente y un desarrollo social impactante. Ahora que se mantiene y repunta el turismo internacional es preciso que el mandatario estatal Astudillo, si su agenda lo permite, fuera al extranjero a promover la actividad del turismo, esa llamada “industria sin chiminea”.
Mandaría un mensaje como lo hace el Presidente Enrique Peña cada que viaja al exterior de México: “Que en Guerrero, pese a sus problemas, hay paz, rumbo, estabilidad y progreso”.