* El mandatario estatal aceptó que los problemas de inseguridad y delincuencia han dejado atrás el conflicto social como principal problema

 

Redacción

 

Guerrero enfrenta problemas de inseguridad y delincuencia organizada, que han dejado atrás el conflicto social, aseguró el gobernador Héctor Astudillo Flores, quien consideró que a pesar de esta situación los destinos turísticos de la entidad siguen siendo atractivos para el turismo.

Entrevistado por la periodista Adela Micha en su espacio en Televisa, el jueves pasado, el mandatario guerrerense aceptó que se viven tiempos complicados debido a “acontecimientos que han lastimado, han marcado a Guerrero”, como fueron los efectos devastadores de los huracanes ‘Ingrid’ y ‘Manuel’, en septiembre de 2013, y la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, un año más tarde.

Añadió que desde que asumió el cargo “han sido seis meses intensos”, sobre todo por la violencia, ya que hay “un promedio de seis fallecidos dolosos promedio (diario) en Guerrero”.

Dijo estar “convencido que en los últimos años no se ha atendido el problema de la inseguridad, están muy débiles las instituciones que se encargan de estas labores”, señaló.

Explicó que el escenario en Guerrero “cambio de lo que era conflicto social a inseguridad; de bloqueos y quema de edificios, a la violencia generada por la delincuencia”.

Señaló que la violencia genera mucho ruido en la entidad porque se trasladó a Acapulco, donde “la noticia corre más rápido”, y reiteró que para combatir al crimen organizado “hacen falta policías, tecnología y mucha participación ciudadana”.

Sobre lo ocurrido a normalistas de Ayotzinapa en Iguala, consideró que es un tema “muy triste, muy doloroso” para para él como gobernador, y advirtió que “es una herida que difícilmente sanará si no se aplica, el asunto, con auténtica justicia. Hay que castigar a todos los que hayan tenido responsabilidad con una gran contundencia”, precisó.

Consideró que “los responsables están a la vista”, pero que “el misterio sigue siendo qué sucedió con los 43, dónde están”.

Astudillo Flores aseguró que “pugnaré siempre porque se haga justicia y que las personas que propiciaron esto, sean quienes hayan sido, se les condene contundentemente”.

Dijo que lo que ocurrió con los normalistas de Ayotzinapa en Iguala “tendrá que acomodarse como parte de la historia de Guerrero y del país como un acontecimiento trágico, doloroso, ofensivo, que nunca más debe volver a ocurrir”, afirmó.

Respecto al tiroteo registrado en la costera Miguel Alemán, el domingo 24 de abril, el gobernador dijo que “de una balacera que se da entre delincuentes y Policía Federal se hace una crisis”, debido a que “las personas creían que era una balacera generalizada y era solamente en un punto” del puerto.

Consideró que hubo quien “le metió la manita a empezar a correr fotografías, grabaciones, que no eran del momento”, y eso generó temor entre la población. Dijo que hubo “mala fe” en la difusión de rumores y desinformación en redes sociales generadas por el ocio y “el interés de que Acapulco se lastime y decir que es un lugar inhabitable”.

Astudillo Flores destacó que acordó con el gobierno federal que ahora “los C-4 que están en Chilpancingo, en Iguala y en Acapulco los va a trabajar el Ejército”, debido a que “hay más confianza y mejor cumplimiento en la tarea”.

Dijo que el estado debe construir su propia policía, porque “el Ejército no va estar siempre ahí, ni tampoco en Acapulco cuidando las calles siempre, el estado tiene que hacerse responsable de los temas de seguridad”, y anunció que en el puerto se construirá un C5, que “es el centro principal de los C4, el centro de operaciones con la mayor inteligencia”, informó.

El gobernador aceptó que “Guerrero tiene problemas, pero también tiene cosas buenas”, además que “Acapulco es excepcional” y siguen siendo atractivo para el turismo nacional, lo que ha permitido que se tenga “la mejor etapa en los últimos 10 años” en materia de ocupación hotelera en los periodos vacacionales de diciembre y Semana Santa.

En Ixtapa-Zihuatanejo el turismo que llega es internacional, “de Canadá y Estados Unidos, principalmente”, pero en Acapulco “el turismo de fin de semana es muy leal”, finalizó.