* Es en Acapulco donde se concentra más el problema por la cantidad de planteles que hay

 

Gilberto Guzmán

 

El presidente de la Comisión de los Derechos Humanos del Estado  (CDHEG), Ramón Navarrete Magdaleno, informó que se han detectado casos de niños, la mayoría hijos de supuestos delincuentes, que exigen el cobro de “piso” a sus compañeritos en las escuelas, como condición para no agredirlos.

En el marco de la Jornada nacional contra el Acoso escolar, afirmó que se han detectado casos en varias escuelas de menores de edad que obligan a otros a que les entreguen parte del dinero que sus padres les dan para gastar durante el horario de recreo.

Indicó que esta práctica, es “sin lugar a dudas, una retroalimentación de lo que están viviendo afuera”.

Aunque aclaró que los regionalismos no marcan la proliferación de conductas anómalas, es en Acapulco donde se concentra más el problema, por la cantidad de escuelas que hay.

“Pudiera ser injusto que lo trasladáramos todo para Acapulco, pero debe ser porque ahí está la mayor cantidad de escuelas, eso implica que ahí está la mayor cantidad de niños que reproducen todas las conductas de sus padres, buenas y malas”.

Navarrete indicó que el cobro de derecho de “piso” por parte de menores se trata de un fenómeno que poco se denuncia, pero sin lugar a dudas es un secreto a voces.

Agregó que el acoso en las escuelas trasciende a la relación entre alumnos, en algunos casos los estudiantes también llegan a intimidar a sus profesores, con el argumento de que son hijos de integrantes del crimen organizado.

“Hay padres de familia que se imponen sobre los maestros con ese antecedente de estar vinculados con la delincuencia, algunos profesores tienen miedo de algunos alumnos por las represalias que puedan tener de sus padres”, explicó.

Agregó que “hay menores que presumen ser hijos de personas vinculadas a la delincuencia y eso nos preocupa mucho”.

El presidente de la CDHEG sostuvo que mucha de la violencia que se registra fuera de las escuelas, en realidad se nutre de lo que se genera en el interior de los planteles.

“Ustedes ven que cada día hay más niños que están involucrados en el tema de la inseguridad, porque ya iniciaron con su actividad violenta desde su escuela. Hay muchos delincuentes de 15, 16 y 17 años, que al revisar sus expedientes vemos que eran los niños más gandallas en las escuelas, los que ejercían más presión sobre sus compañeros”.

Dijo que con la actuación omisa ante el surgimiento de niños que acosan y maltratan a sus compañeros, solamente se está alimentando a la delincuencia, cuando en realidad el fenómeno se tiene que atacar a tiempo.

Aseguró que muchos sicarios y secuestradores fueron niños maltratadores durante su etapa escolar, la mayoría tuvo su origen en familias desintegradas, cuyos padres tenían problemas de alcoholismo, drogadicción e incluso prostitución.