* El presidente de CONCAMINGro, Julián Urióstegui, hizo un llamado a los acapulqueños a recuperar la vida social y comercial del puerto
ANA LILIA TORRES
ACAPULCO.— Al expresar que no han cuantificado las pérdidas por el cierre de negocios provocado por los acontecimientos violentos del domingo pasado, representantes de la Confederación de Cámaras Empresariales en Guerrero (CONCAMINGro) hicieron un llamado a la ciudadanía a no caer en la psicosis y volver a su vida normal.
En conferencia de prensa, el presidente de la CONCAMINGRO, Julián Urióstegui Carbajal, expresó que como empresarios no están a favor de las marchas convocadas por grupos ciudadanos para pedir la destitución del gobernador Héctor Astudillo Flores y el alcalde de Acapulco, Evodio Velázquez Aguirre.
“El llamado es a mantener la calma y a recuperar la actividad social y de comercios de manera normal”, expresó el dirigente empresarial, quien aceptó que muchos negocios cerraron sus puertas como consecuencia de los ataques armados contra policías federales ocurridos el domingo pasado por la noche y debido a una serie de amenazas difundidas a través de redes sociales.
En ese sentido, Urióstegui Carbajal señaló que la sociedad acapulqueña no puede ser rehén y quedarse encerrada en sus hogares.
Sobre la marcha convocada para el próximo domingo primero de mayo, para pedir la destitución inmediata del gobernador Héctor Astudillo y del alcalde Evodio Velázquez, dijo que “de ninguna manera apoyamos eso. Nosotros creemos que las autoridades están trabajando en un tema difícil y no hay una justificación para tal efecto. Sería catastrófico para la política en el estado y en el municipio”.
Dijo que los representantes de cámaras tienen temor por la situación de inseguridad, pero “como empresarios no debemos dejar de hacer nuestra actividad, porque finalmente esto es lo que genera los empleos y la derrama económica”.
Señaló que reconocen que es difícil la situación de seguridad por la que atraviesa este destino de playa, pero negó que esto sea motivo para decretar el establecimiento de un “toque de queda” que impida a los ciudadanos realizar sus actividades cotidianas y a los negocios abrir sus puertas, tal y como personas desconocidas lo manifestaron a través de las redes sociales luego de los ataques perpetrados contra policías federales en la zona turística del puerto.
“Del domingo hacia acá, lo que hubo sin minimizarlo, fue por supuesto un miedo a operar al día siguiente, pero al día de hoy esa confianza ya se recuperó y estamos buscando empujar eso, y justamente este llamado es a la clase empresarial y a la sociedad para que normalicemos nuestras actividades”, insistió el dirigente de la CONCAMINGRO.