Nace El León del Sur
Por Chanssonier
En Tecpan el pueblo mayor de la Costa Grande, nació el 13 de abril de 1762 don Hermenegildo Galeana, que según la tradición oral era descendiente de un marino escocés, cuyo barco naufragó precisamente frente a la costa tecpaneca; el apellido del náufrago era Gallier, el cual cambió por el de Galeana. Dueño de las haciendas de El Zanjón y Santa Rosa, don Hermenegildo buscó a una mujer para compartir su destino, encontrándola en una joven de Atoyac de nombre Nicaela Fornés, la que murió al poco de tener una hija.
La historia patria solo dice que el señor Galeana, tuvo hermanos y primos pasando por alto dar a conocer el nombre de su madre, que fue la señora Francisca De Vargas, cuya acta de nacimiento la localizó el historiador tecpaneco Arturo Ríos Ruiz, en el archivo estatal de Utah en los Estados Unidos.
El 7 de abril de 1811 llegó a Tecpan el cura Morelos, jefe de las fuerzas insurgentes, quien enseguida se entrevistó con el señor Galeana, al saber era simpatizante de la, independencia. Desde su incorporación dio a conocer sus dotes para la guerra, así como su valor ilimitado en el campo de batalla, siendo por esto que pronto se ganó su confianza y aprecio.
En la fallida toma de la fortaleza de San Diego, en Acapulco, don Hermenegildo dio pruebas de su sangre fría, tendiéndose en el puente para trasponerlo, porque los insurgentes al ser atacados huyeron en desbandada. En decenas de combate la voz ¡Aquí está Galeana!, hacía huir a sus enemigos. Cuando Morelos se plegó al capricho del Congreso de Chilpancingo, sus derrotas fueron constantes obligando a Galeana retornar a su amada Costa Grande.
En las cercanías de San Miguel Coyuca, hoy Coyuca de Benítez, un piquete de realistas trató de aprehenderlo, obligándolo a picar espuelas a su caballo. En su huida al voltear para conocer la distancia en que se encontraban sus enemigos, se golpeó la cabeza con la rama de una parota cayendo al suelo. Un antiguo insurgente ahora realista lo identificó, procediéndole a cortarle la cabeza, la cual fue colocada a la entrada de la iglesia.
Dos mujeres que se veían de ese despojo, fueron regañadas severamente por el capitán realista Aviléz, quien le dijo que era la cabeza de un hombre honrado y valiente.
De manera anónima algunos de quienes habían sido sus soldados, le dieron al cuerpo sepultura, perdiéndose con el tiempo el lugar en donde ocurrió.
Por su valor indomable la historia conoce Galeana como El León del Sur. De haberse localizado sus restos, seguramente reposaron en la Columna de la Independencia en donde yacen los más significativos héroes de esa justa libertaria.
Un devastador temblor
Ausentado en una zona de alta sismicidad, esta ciudad ha sufrido a través de los años fuertes temblores, que la dejaron prácticamente en la ruina, porque cientos de casas se desplomaron dejando como saldo numerosos muertos y heridos, tanto en esta población como en otros numerosos pueblos.
Era poco después de las once de la noche del 14 de abril de 1907, cuando ocurrió esta tragedia; a esas horas aun había gentes en las calles, en tanto otras se disponía a irse a dormir; a nadie le pasaba por la mente que todo cambiará en cuestión de minutos.
El temblor ocasionó que treinta personas perdieran la vida en este lugar, siendo el número de heridos elevados; además fueron decenas de casas las que se desplomaron, en tanto otras quedaron inhabitables.