* Si Saldaña hubiera sido gobernador…
* Seguramente otro sería el panorama
* La equivocación del PRD y Los Chuchos
JORGE VALDEZ REYCEN
Jesús Zambrano y Jesús Ortega “Los Chuchos”, jerarcas omnipotentes del Partido de la Revolución Democrática (PRD) se equivocaron rotundamente en elegir a Rogelio Ortega Martínez como gobernador interino, primero, luego sustituto, en el 2015 más caótico que se vivió tras la crisis de violencia, política, económica y social sufrida en Guerrero.
Javier Saldaña Almazán hubiera sido el gobernador de Guerrero que entrara, pero no lo fue. Y aunque todavía aún continúan las especulaciones de que el rector de la UAGro declinó discretamente el ofrecimiento, no se explican los detalles que parecen más bien ser una copia de lo que se hizo en el vecino Michoacán, con el rector Salvador Jara que sustituyó al cuestionado gobernador Fausto Vallejo.
Saldaña iba a ser gobernador, pero en el PRD le cerraron el paso. Había más dados cargados hacia una dama, la entonces secretaria de Desarrollo Social, Beatriz Mojica Morga, pero un senador se opuso rotundamente a ello, Armando Ríos Piter. La reacción de ella fue de acusar de misóginos a quienes la descartaban, aunque ella quería ser gobernadora de seis años, no de uno. No fue ni lo uno, ni lo otro.
Saldaña Almazán, ahora que cumple un tercer año al frente de la UAGro, está visto y no quedan dudas, tiene más oficio político que quien fuera su secretario general académico y dejara a Guerrero sumido en un vacío de poder, como lo acusó el propio Zambrano Grijalva.
Hoy, el rector Saldaña cuenta con un manejo de imagen más pulcro, de altura y con sobriedad en su actuar. Va camino a una primera reelección de rectorado, gracias a la apertura de una legislación moderna y sustancialmente amplia de criterios, que dejaron atrás actitudes descalificatorias de que los periodos seguidos o a intervalos, representaban un cacicazgo en tierra de caciques. Lecturas perversas.
¿Qué hubiera pasado en Guerrero con Saldaña de gobernador?
Al menos, no la desbocada y feroz corrupción desatada por la ausencia de gobierno. Tampoco la presencia de secretarios del despacho que presumían ser dipsómanos y exhibirse impúdicamente en lamentable estado etílico.
Saldaña hubiera sido un gobernador mucho mejor que “El Royer” Ortega, quien hasta desconoció su origen universitario y riñó por unos cuantos millones de pesos su pasado. Pero no hubo oportunidad. Se perdieron 12 meses de valioso tiempo. Se dejaron de hacer obras sociales. Se truncó el desarrollo social y hasta pretendieron desaparecer inútilmente Casa Guerrero.
Bueno, eso fue en la lista grosso modo de los despropósitos. El quebranto financiero y los faltantes inexplicados aún en varias dependencias es otra historia que conoceremos.
Saldaña sí hubiera sido mejor gobernador que Ortega.
Los universitarios no lo hubieran dejado perder la inmejorable oportunidad histórica de ser un gobierno, con la filosofía de aquella Universidad-Pueblo que alentó con pasión y vehemencia Rosalío Wences Reza.
La UAGro tiene rector… Y pudo haber tenido gobernador.
Nos leemos mañana… SIN MEDIAS TINTAS.