Alondra García

 

El doctor Víctor Hugo Garzón Barrientos, director del Hospital General de Chilpancingo, aseguró que no hubo negligencia médica en la atención que se le brindó a la ciudadana Brenda Xóchitl Nava Blanco.

En redes sociales circuló una publicación en la que se denunciaba una atención negligente a la mujer.

A través de un comunicado, Garzón Barrientos precisó que Xóchitl Nava acudió en primera instancia al Hospital de la Madre y el Niño Guerrerense, donde fue atendida por el servicio de urgencias.

Dicha institución la canalizó al Hospital General “Raymundo Abarca Alarcón”, debido a que no pudieron atenderla por falta de espacio quirúrgico.

La mujer fue enviada con diagnóstico por escrito de aborto diferido. Su canalización del Hospital de la Madre y el niño Guerrerense al Hospital General consta en el formato de referencia F-161-ECIC-MED-2 número 1896.

El director del Hospital General aclaró que Xóchitl Nava no fue rechazada en dicha institución, a pesar de que también enfrentaban la falta de espacio quirúrgico.

El comunicado detalla que la mujer fue ingresada desde las 19:30 horas del viernes 25 de marzo y no se le regresó a su casa, como mencionó erróneamente la denuncia difundida en redes sociales.

Durante su estancia, a Nava Blanco “se le practicaron diferentes estudios clínicos y de laboratorio, recibiendo atención inmediata, eficiente y humana”.

El Hospital General destacó que la mujer fue recibida y atendida a pesar de la alta demanda de pacientes y la falta de espacio.

“No fue rechazada o canalizada a otro hospital, ni público ni privado, la recibimos, la atendimos y le resolvimos su padecimiento”, se indica. Con ello, “se le rescató literalmente de un riesgo potencial de infección fatal”.

Esta atención obedece a la política Cero Rechazos. El comunicado detalla que el hospital “se llena de pacientes y todos son importantes”, por ello se prioriza su atención no sólo en el orden de llegada, sino también en base a su gravedad.

La paciente Xóchitl Nava Blanco fue valorada en función del protocolo Triage Obstétrico, el cual es aceptado a nivel internacional.

El comunicado precisa que “desde el principio se definió su diagnóstico como HMR (Huevo Muerto y Retenido), que es un aborto diferido, no un bebé, condición clínica que es determinada por la edad gestacional que corresponde a 7.5 semanas de embarazo”.

Se indica que la paciente contó “con un equipo médico y auxiliar, que a lo largo de toda la jornada se mantuvo atento”.

También se explica que Xóchitl Nava Blanco no fue intervenida quirúrgicamente de manera inmediata, porque a lo largo del día se recibieron más pacientes que ameritaron cirugías urgentes.

“En ningún lugar del planeta se da una atención simultánea a dos pacientes al mismo tiempo por un mismo cirujano obstétrico, ginecológico, general o sub-especialista”, justificó el director del Hospital General.

En el documento enviado a esta redacción se precisa que esa misma noche del viernes (cuando ingresó Xóchitl Nava Blanco), madrugada, mañana y tarde del sábado se realizaron un total de 22 cirugías, entre las cuales destacan 7 de trauma urgente, 5 de urgencias generales y 10 de emergencias obstétricas, incluyendo 7 cesáreas para salvarla vida al binomio madre-hijo.

Se indica que gracias a la aplicación del código obstétrico, con el que se clasifica la situación de gravedad de las pacientes y la acción necesaria para salvar la vida del binomio madre-hijo, “literalmente se rescató de las garras de la muerte a una joven mujer y su bebé”.

Además se destaca que durante las horas que Xóchitl estuvo internada, el personal hizo “todo lo humanamente posible para atenderla”, así como atender a los demás pacientes recibidos ese día.

En el comunicado, el Hospital General de Chilpancingo explicó que la cirugía de la mujer se pospuso “no por apatía o negligencia, sino porque infraestructuralmente, física y humanamente no fue posible”, debido a que “todo el día estuvo ocupada el área física del quirófano y el equipo humano que la atendió”.

El doctor Víctor Hugo Garzón Barrientos, director del Hospital General, insistió que no hubo negligencia en el caso.

“Lo niego rotundamente. El criterio de negligencia es una situación catalogada judicialmente y hay criterios para definirla. Nosotros hemos asumido nuestra responsabilidad”, expresó en entrevista para El Sol de Chilpancingo.