* El obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa acusó que hay medios que “comercializan con el dolor” que genera la violencia y exageran “la noticia con tal de vender”

 

Redacción

 

La mala fama de la que goza el estado de Guerrero a nivel nacional y mundial, “se la debemos en gran parte a los medios de comunicación”, aseguró ayer el obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, durante la homilía que oficio ayer en la catedral de esa ciudad en el marco del Domingo de Ramos, que marca el inicio de la Semana Santa.

El jerarca católico ya había expresado la semana pasada, durante una jornada de limpieza del zócalo de Chilpancingo, que “la mala fama que tiene Guerrero ha sido principalmente por los medios de comunicación, porque la mayoría de la gente vive tranquila, vive en paz”, pero ahora fue más allá en su homilía, al asegurar que se exagera “la noticia con tal de vender”.

Rangel Mendoza dijo, ante cientos de feligreses que acudieron a la celebración del Domingo de Ramos en Chilapa, que “la fama que tiene Guerrero se la debemos en gran parte a los medios de comunicación. Exageran la noticia con tal de vender, hablan de pura noticia mala: asesinatos, secuestros, que ya levantaron a uno y que le quitaron la cabeza a otro, y la gente compre y compre”.

El obispo añadió que “ciertamente Guerrero está en los ojos del mundo. Desde el Papa, en China, Rusia y otros países están al pendiente de lo que pasa en Guerrero, en zonas como Chilapa y Zitlala; quieren ver qué pasa en Guerrero”.

Recordó que “cuando trabajé en otra diócesis” fuera de nuestro estado, “me daba miedo ver autos con placas de Guerrero, decía que ya venían los matones”, indicó.

Enseguida consideró que “el león no es como lo pintan”, a pesar de que el estado es considerado, con base en datos estadísticos oficiales como uno de los estados más violentos del país, y de hecho acusó que los medios de comunicación “comercializan con el dolor” que esta situación genera.

Y aunque en algún momento de su homilía reconoció que en Guerrero hay “gente mala”, insistió en que la mayoría de habitantes del estado “son gente buena”.

Por eso dijo que “no se vale que la gente que viene de fuera toque música de guerra e inseguridad y quieren que nosotros bailemos a ese ritmo”.