* Empresarios del ramo han abandonado del estado, obligados por el acecho de delincuentes, además que otros están en problemas porque los gobiernos no les pagan por obras ya realizadas, revela Isaac Reyes
SALVADOR BELLO
El presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) delegación Guerrero, Sergio Isaac Reyes Carbajal, señaló que a pesar de que poco a poco se sobreponen a los problemas derivados de la inseguridad de la entidad, los constructores enfrentan una situación complicada debido a los adeudos que tienen con ellos los gobiernos.
Lamentó que esta situación haya provocado que algunas empresas se vieran obligadas a disminuir su plantilla laboral, aunque ninguna ha cerrado por completo, porque garantizó que una de sus preocupaciones es generar empleos, ya que están conscientes de que la pobreza aumentará mientras más personas desempleadas existan y, en consecuencia, la inseguridad.
Cuestionado sobre la inseguridad, Reyes Carbajal dijo que desconoce si por la violencia e inseguridad ha cerrado alguna empresa constructora, pero reconoció que decenas de empresarios han salido del estado para resguardarse de los delincuentes, a pesar de que sus empresas siguen trabajando aquí en el estado.
Destacó que la inseguridad no es un problema en todo el estado, sino que sólo es en algunas zonas o municipios en donde los constructores deben tomar muchas precauciones, para lo cual ahora mantienen una comunicación permanente con la Comisión Nacional de Seguridad, a la que piden ayuda para que realmente los constructores se sientan seguros, pues consideró que tomar las armas no es de sus prioridades.
Consideró que las empresas constructoras resultan más afectadas ahora por los adeudos que desde hace años tiene el gobierno del estado con ellos, específicamente en el sector Salud, aunque celebró que en diciembre del año pasado lograron cobrar algunos adeudos luego de unas pláticas que tuvieron con funcionarios de esa dependencia, que se comprometieron a seguir buscando recursos para saldar las deudas.
Además, reveló que algunos municipios también les deben dinero a las constructoras, como es el caso de Acapulco, que les adeuda casi 60 millones de pesos por obras ejecutadas en el 2012 y 2013, pero lamentó que han pasado presidentes municipales que no lo han querido asumir esos adeudos, a pesar de que son institucionales.