Animo presidencial a Iguala
Felipe Victoria
Muy lucidor evento en la cuna de la independencia festejando la presencia del presidente Enrique Peña Nieto en la convulsa y dolida cabecera municipal, atrapada sin salida en el narcotráfico amapolero, que “abarcó” a tantos personajes de la política en una tragedia.
Diecisiete meses han transcurrido en el laberinto de pesquisas oficiales desacreditadas, que igual que aquella “verdad histórica” de Murillo Karam, tampoco convencen a nadie de que fuera mentira.
Faraónica cortina de humo para encubrir la raíz del mal en Guerrero: el disimulo cómplice del narco con un cuartel-guarida de la guerrilla disfrazada de escuela de maestros rurales, que para colmo sostienen los gobiernos que no se atreven a cerrarla, pese a las observaciones de corporaciones de los USA que la tachan de sucursal de las FARC colombianas, donde se encuentran cosas prohibidas y malhabidas, y a los alumnos los entrenan como vándalos, algunos de ellos que en septiembre de 2014 encontraron un nefasto escarmiento, para ellos y sus progenitores.
Tantos brincos estando el suelo tan parejo, hacen sospechar que el Caso Iguala-Cocula será como aquellos del Cardenal Posadas, Colosio y Ruiz Massieu, que se quedaron para el museo de la impunidad en México. Ni la Chimoltrufia trabajaría de vocera en este asunto de los ayotzinapos y la gente del pueblo ya ni se asombra de lo que le dicen, tampoco les aplaude.
En Iguala no solo desaparecieron a 43 individuos, sino a la credibilidad y confiabilidad en los gobiernos municipales, estatal y federal.
Comentaré partes de la columna Palabras Mayores del colega Jorge Romero Rendón, alguna vez premio estatal de periodismo por un tema indigenista, abro comillas:
“Las autoridades dedicadas a la procuración de justicia no han logrado integrar una investigación concluyente, creíble, y que castigue de manera contundente a todos los culpables, sean sicarios, policías, alcaldes, fiscales o mandos policiacos o castrenses.
“Mientras los ‘expertos’ forenses argentinos y los enviados por la CIDH sólo han complicado el tema sin demostrar nada más que sospechas de un complot …que no les cuadra porque como ellos mismos dicen ‘les faltan elementos’ que acusen al gobierno federal a como dé lugar”.
También señala Jorge Romero que la manipulación del caso de los 43 debilita la lucha de sus padres:
“En ese contexto, vale la pena destacar que el tema de los 43 normalistas desaparecidos se ha debilitado ante la opinión pública. No porque haya desinterés sobre el destino de esos jóvenes asesinados y calcinados, o porque la gente se haya vuelto insensible a la tragedia de sus familias, sino por la desbocada manipulación política del caso que han hecho grupos radicales para abonar ganancias a sus propios fines, como han hecho la CNTE, la CETEG, el MPG, Tlachinollan y demás organizaciones que los ‘representan’”.
“Hay que recordar que todos esos grupos están formados no sólo por trabajadores disidentes del sindicato magisterial o por los torvos dirigentes estudiantiles de Ayotzinapa, sino por líderes ligados a grupos guerrilleros, grupos de policías ‘ciudadanos’ e ‘intelectuales’ que buscan generar un conflicto armado, asociados muchos de ellos con intereses de bandas criminales, en una trama que está justamente en el fondo de la tragedia de Iguala”.
“Entre esos ‘luchadores sociales’ han copado el justo movimiento en busca de justicia de los padres de los 43 –pero despreciando a las familias de otros civiles muertos y de otros desaparecidos por criminales—, pues por un lado les han impuesto una agenda diseñada en base a politizar el tema y enfocarlo contra las instituciones de gobierno –sobre todo contra el presidente—; les han impuesto a un vocero cetegista –Felipe de la Cruz—, y a un “abogado” –Vidulfo Rosales, de Tlachinollan—, ambos ligados a grupos radicales y guerrilleros mencionados, que son pantalla de organizaciones clandestinas violentas”: Cierro las comillas muy de acuerdo con Jorge Romero Rendón.
Interesa saber si el gobernador Héctor Astudillo está presionado para disimular tantas anomalías en la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, donde urge un cateo oficial porque es un cuchitril de la narcoguerrilla urbana insurgente.
¿Acaso ignoran el CISEN de Gobernación e inteligencia militar qué personajes apadrinan a los manipuladores de Tlachinollan para distraer la atención del tráfico de opiáceos en autobuses desde Iguala hasta Chicago? ¿Por qué no aceptan investigaciones de la DEA y la CIA en la PGR? Ya basta de hacerse guajes.
-¡Tilín, tilín!- Suena a campanita escolar
-Maestra Pizarrina, ¿estuvo muy chido el homenaje a la Bandera Nacional festejando la presencia del presidente Peña Nieto.
-Pues agarró el toro por los cuernos apersonándose en la Ciudad de donde tantos infundios y calumnias han generado en su contra.
-Pero los vándalos desaparecidos no eran de Iguala, sino intrusos del territorio del Cartel de Los Rojos allá por Tixtla, rivales de los Guerreros Unidos adueñados de la capital tamarindera y orera, teacher.
-Sí chamacos, pero la orfebrería no es el negocio principal de Iguala.
-Pues tiene fama internacional como la plata en Taxco y además existen grandes yacimientos en disputa para explotarlos.
-Ejele, el mero negocio es la exportación de opiáceos derivados de la adormidera y la amapola, que mandan en autobuses con pasajeros de escudo humano.
-¿Es lo que no querían que se descubriera maestra?
– Mejor cambiamos de tema.