* El responsable de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa justificó que el Papa Francisco no podía hablar exclusivamente a las familias de los normalistas desaparecidos en Iguala

 

ACAPULCO.— Durante su visita a México, el Papa Francisco “no podía hablar exclusivamente a las familias de los 43” normalistas de Ayotzinapa desaparecidos en Iguala el 26 de septiembre de 2014, porque las vidas de esos estudiantes “son tan validas como los 400 desaparecidos” en esa ciudad, aseguró ayer el obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, quien además dijo que al movimiento social derivado de esa tragedia “lo han utilizado y han politizado”.

En declaraciones que hizo a diversos medios, el jerarca católico dijo que “ante la visión del Papa y la iglesia, son tan válidas las vidas de los 43 como los 400 desaparecidos que tenemos en Iguala”.

Rangel Mendoza reiteró que “en muchas partes de Guerrero tenemos gente desaparecida, y desde el punto de vista de la iglesia, es que todas esas vidas valen ante Dios y valen ante la sociedad”.

El obispo participó en una conferencia de prensa encabezada por el arzobispo de este puerto Carlos Garfias Merlos, y a la que también asistieron los obispos Dagoberto Sosa Arriaga, de Tlapa de Comonfort, y Maximino Martínez Miranda de Ciudad Altamirano.

“El Papa no podía exclusivamente hablar sólo a las familias de los 43. Yo, que soy el obispo de Iguala, tengo mayor relación con estas personas”, precisó.

Además, acusó que en las movilizaciones de protesta que se han hecho para exigir la presentación de los 43, no participan los familiares de todos los desaparecidos; “no todos están ahí incluidos y de aquí de Acapulco hay familiares de los 43 que no quieren aparecer”, señaló.

Rangel Mendoza aseguró que esto se debe a que a los padres y a sus desaparecidos “los han utilizado, y han politizado este movimiento y, como yo lo he dicho muchas veces, que muchos libres quieren sacar raja del árbol caído”, pero no señaló a nadie en particular.

Reiteró que se tiene que apoyar a todos los casos de desapariciones como en el de los 43 e insistió en que “como arzobispo de Chilpancingo y Chilapa, no quiero que líderes políticos aprovechen a río de vuelta la balsa de pescadores”.

Por su parte, el arzobispo Garfias Merlos reiteró que como representantes de la Iglesia Católica han buscado el diálogo con los padres de los 43 normalistas desaparecidos, pero que hasta la fecha no ha existido nuevamente una comunicación con ellos. (Con información de agencias)