Redacción

 

El supuesto cabecilla del cártel de Los Rojos, Onésimo Castillo Adame, exigió que se aplique el Protocolo de Estambul ante la supuesta tortura que padeció al ser detenido por la Policía Ministerial.

El jueves 11 de febrero, la Policía Ministerial del Estado (PME) anunció la detención de Castillo Adame, a quien señalaron como uno de los principales líderes del grupo delictivo Los Rojos, responsable de la escalada de violencia que se vive en la sierra y en la región Centro de Guerrero.

Ayer, el perredista y empresario Luis Castillo García, informó a través de Twitter y Facebook que su hijo Onésimo Castillo Adame ya solicitó la aplicación del Protocolo de Estambul.

“Acorde a los criterios adoptados por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos mi hijo, por propio derecho, (ya) solicitó (que) se implemente el Protocolo de Estambul en su caso”, escribió en las redes sociales.

El Protocolo de Estambul es un manual de las Naciones Unidas que sirve como instrumento jurídico para documentar casos de tortura de las personas privadas de la libertad.

El protocolo se basa en informes médicos y psicológicos para determinar el detenido sufrió de tortura, tratos crueles, inhumanos y degradantes por parte de los policías o de las autoridades penitenciarias.

El sábado pasado, Castillo García ofreció una conferencia de prensa en la que defendió la inocencia de su hijo y denunció una serie de presuntas irregularidades y abusos cometidos por la Policía Ministerial al detener a Onésimo.

Entre los supuestos abusos, denunció que los ministeriales se robaron las pertenencias de su hijo.

Ayer, Luis Castillo Adame, otro hijo de Luis Castillo García, publicó una carta en Facebook en la que reveló que los policías han realizado pagos con la tarjeta de débito de su hermano Onésimo.

“Condeno a los ministeriales que privaron de su libertad a mi hermano sin antes decirle el motivo de la detención, ni siquiera presentaron una orden; mismos que lo lastimaron física, psicológicamente y no quedando conformes, le robaron todo lo que traía consigo y al día de hoy ocupan su tarjeta de débito”, escribió.

En la publicación, Castillo Adame insistió en la inocencia de su hermano y descartó que tenga algún vínculo con la delincuencia organizada. Prueba de ello, dijo, es que su familia ha sido víctima de los grupos criminales.

Recordó que él mismo fue víctima de secuestro hace dos años por un grupo criminal que presuntamente actuó en complicidad con elementos de la Policía Preventiva de Chilpancingo. Relató que tras este hecho se vio obligado a exiliarse de la capital guerrerense.

“Mis sueños y esperanzas (de regresar a Chilpancingo) se desvanecen, pues a la distancia me doy cuenta que los grupos delincuenciales continúan amedrentando contra mi vida y la de mi familia”, lamentó en la misiva que publicó en Facebook.

También recriminó que su hermano Onésimo Castillo Adame sea señalado por los medios de comunicación como un cabecilla del crimen organizado.

“Externo mi indignación total contra aquellos medios impresos y digitales que han difamado a mi familia, exponiendo nuestra vida en alto riesgo, manejando argumentos sin sustento alguno”,  recriminó.