*Uno de los habitantes de la comunidad indicó que lo vio en medio de la carretera  pero “estaba muy grande, y no quiso llevárselo”

 

Ossiel Pacheco

 

A pesar de que diferentes autoridades declararon hace poco la muerte del tigre “Ankor”, el día de ayer vecinos de la comunidad serrana Ocotillo, perteneciente a Coyuca de Benítez, volvieron a ver al felino, el cual se encuentra “fugitivo” desde que escapara del restaurante y Hotel El Paraíso Los Manglares, en ese mismo municipio.

Hace tiempo que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y otras instancias dejaron de lado las labores de búsqueda y captura del tigre, según testimonios de diferentes pobladores de las comunidades de Ocotillo, San Juan del Río y Platanillo.

Diez días después del ataque ocurrido el 31 de diciembre pasado a una res, en el potrero propiedad del ganadero Pilar Adame, de la comunidad de Ocotillo, se registraron nuevos avistamientos del animal en el punto conocido como El 18, en un punto colindante con los ejidos de Ocotillo y San José Taxajeras.

Al llegar a la comunidad de Ocotillo, algunos vecinos desconocían sobre la presencia del felino en las inmediaciones de esa localidad, sin embargo, entre los ganaderos de esa localidad hay preocupación por eventuales ataques a su ganado.

Uno de los afectados, Cándido Blanco Martínez, expresó que tenía conocimiento de la presencia del felino en esa zona, ya que hace poco mató a un toro de su primo, no pensó que días después atacaría a los animales de su propio potrero.

“Vino a dar el aviso al pueblo que el tigre le había rugido, entonces enseguida se reunió la gente con machetes y algunos con armas y se fueron a buscarlo, pero el lugar donde se escuchó está un poco difícil de entrar, pues es un lugar muy espeso en monte, pero no pudieron encontrar nada, al parecer el animal solo pasó por ahí’, agregó.

Los habitantes comentaron que el chofer de las camionetas pasajeras de la ruta de Ocotillo -Paso Texca vio al tigre atravesar la carretera, aunque tuvo la oportunidad de atropellarlo con su camioneta, no lo hizo por el tamaño del animal; ‘estaba muy grande, y no quiso llevárselo’, narró.

Cándido Blanco aseguró que tres días después de ese avistamiento que se dio a mediados de enero, al llegar a su parcela para darle agua a su ganado encontró a sus vacas muy inquietas.

“Al fijarme mire que una de ellas tenía unas heridas que se notaba a lo lejos, era de mañanita, los rasguños estaban frescos, se veían rojos, entonces por ahí pasó un amigo, y le dije que se fijara para ver si eran del tigre. Al acercarnos se veían las heridas más profundas, después empezamos a buscar  rastros, no se pudo hallar nada porque era puro zacatal donde atacó”.

También informaron que han encontrado rastros y huellas del tigre en el punto conocido como “El Joberal”, cerca del potrero donde ocurrió el primer ataque.

“Hay unas minas, ya para  colindar con San Juan del Río, y el río que baja a la comunidad de Valle del Río,ahí esos lugares son muy boscosos y hay muchas pedregueras, son lugares ideales para el tigre”, expresó uno de los afectados.

Sin embargo se mostraron tranquilos, a pesar de que el felino puede que ataque de nueva cuenta a sus animales. (Con información de Bajopalabra)