* El rector informó que además, al menos 20 trabajadores de la institución han solicitado su cambio de adscripción por la inseguridad

 

Gilberto Guzmán / Redacción

 

Al menos 20 trabajadores de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro) han solicitado cambios de adscripción por presuntas amenazas del crimen organizado, mientras que la deserción de estudiantes por las mismas razones va en aumento, informó el rector Javier Saldaña Almazán.

Agregó que hasta un 10 por ciento de la comunidad estudiantil ha desertado debido a la inseguridad que se vive en varias regiones, lo cual significa unos siete mil estudiantes, reconoció.

La situación se agrava en los municipios de la región de Tierra Caliente, así como el municipio de Acapulco, donde la violencia se ha acentuado en los últimos años, y ha tocado de manera directa a los alumnos, maestros y al propio Javier Saldaña, quien fue objeto de un intento de extorsión por parte de la delincuencia organizada.

—¿Hay jóvenes que han desertado por la inseguridad y cuántos?

—Muchos, muchos, hace tres años desertaron un 10 por ciento, en general deben ser unos siete mil, principalmente en la Tierra Caliente.

En su caso, dijo que ya interpuso una denuncia de hechos ante la Policía Federal, quienes se encargarán de realizar lo correspondiente “ellos están haciendo el seguimiento de estas cosas, de las que no quisiera hablar”.

Señaló que la situación para la Universidad se ha complicado en los últimos meses, al tener una matrícula de más de 80 mil estudiantes en el estado.

Dijo que recientemente fue asesinado en Acapulco un estudiante de Ingeniería, “luego está un joven de Acapulco que viene a pasar el fin de semana con su familia y al entrar ahí en las siete esquinas, nos los matan, era estudiante de Enfermería”.

En este último caso, afirmó que se trataba de un buen estudiante, a quien incluso conocía personalmente, el cual vivía en una casa de estudiantes por ser de bajos recursos.

Otro de los casos es un profesor y su hijo en la Tierra Caliente que fueron amenazados y de manera inmediata fueron movidos a otra región para salvaguardar su integridad, reveló, aunque sin dar más detalles por cuestiones de seguridad.

Aunque dijo que hasta el momento no hay escuelas cerradas en ninguna región, se han tenido que tomar medidas extraordinarias, como mejorar las bardas perimetrales, pues hay antecedentes, como en la Unidad Académica Preparatoria No. 08, entraba gente armada y se llevaba a las estudiantes.

Citó también el caso de la Unidad Académica de Medicina Veterinaria, en la cabecera municipal de Pungarabato, a la que un grupo de personas llegó hace algunos días a preguntar por un estudiante.

“Le dijeron: ¿sabes qué? Queremos contratarte para que vayas a revisar nuestro rancho, se lo llevaron y ahí ya lo estaban esperando otras personas para llevárselo”, detalló.

Agregó que Medicina Veterinaria solamente cuenta con una reja que no garantiza el debido resguardo, lo que deja a la población escolar en estado de vulnerabilidad, a pesar de que la escuela se ubica frente a un batallón del Ejército Mexicano.

“Ahí lo que urge es una barda perimetral grandísima, que tiene un costo mínimo de cuatro millones de pesos”, añadió.

Reveló que el joven de Pungarabato fue secuestrado y aunque logró escapar de sus captores, prefirió irse a los Estados Unidos con el fin de evitar un nuevo secuestro.

Sobre la situación de los trabajadores, Javier Saldaña indicó que hay por lo menos 20 casos de solicitudes de cambio de adscripción debido a la inseguridad en las regiones donde se ubican los centros de trabajo.

Sin emabrgo, dijo que los alumnos no piden ser cambiados de plantel, sino que consideran que la salida fácil es desertar y la mayoría termina alejándose de sus lugares de origen.

Las zonas escolares más complicadas están focalizadas en Pungarabato, Arcelia y Tlapehuala, en la región Tierra Caliente.

En el caso del puerto de Acapulco, advirtió que aunque hasta hace un año se había logrado abatir el problema del pandillerismo, en los últimos meses tuvo un repunte y se ha tenido que solicitar el respaldo de las autoridades.

“Lo que pasa es que muchos jóvenes tienen problemas en sus colonias y los van a dirimir en las escuelas, han ido a lanzar piedras a la prepa 7; es el colmo, hay cantinas que han abierto cerca de las escuelas y eso nos afecta”, explicó el rector.

Se dijo aún confiado en que las estrategias de seguridad implementadas por los tres niveles de gobierno, están por dar resultados “se siente el gobierno”, y a pesar de que han recibido críticas por la presencia de elementos del Ejército al interior de la Universidad, no quedan más opciones que aceptar.

—En su caso personal, ¿ya no ha sido molestado en los últimos días?—s le preguntó.

—No afortunadamente no, en estos días ya no, afortunadamente no, se siente feo.

Javier Saldaña afirmó que entre las prioridades de su administración se encuentra generar condiciones para que trabajadores y estudiantes tengan garantizada su integridad personal en los centros de trabajo y estudio. (Con información de API)