Luis Jijón
“No me preocupa como entro, sino como voy a salir”, fue la respuesta del presidente municipal de Chilpancingo, Marco Antonio Leyva Mena, cuando se le preguntó su opinión luego de que por segundo año consecutivo el Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE), ubicara a la capital como el peor lugar para vivir.
Esto luego de que el GCE, hiciera públicos los resultados de las encuestas realizadas a los habitantes de 55 municipios más poblados del país, para analizar el índice de Calidad de Vida (INCAV), que permite enumerar las mejores y las peores ciudades para vivir en el país.
Los puntos que se tomaron en cuenta para realizar dicha evaluación fueron: movilidad en la ciudad, limpieza atmosférica, oferta suficiente de vivienda, suficiencia de centros de esparcimiento y diversión. Asimismo, buen ambiente de convivencia ciudadana, museos y espacios históricos, bellezas naturales, calidad de vida respecto al año pasado y calidad de vida respecto al resto del país.
Y donde Chilpancingo por segundo año consecutivo es la peor ciudad para vivir, según los resultados arrojados por la encuesta. La ciudad de Mérida, Yucatán se ubicó como la más habitable del país, al lograr una calificación de 83.3 puntos sobre un máximo de 100 que les dieron sus habitantes.
En el segundo puesto se encuentra la ciudad de Saltillo con 79. 6 puntos, mientras que en último lugar con 56 puntos se encuentra Chilpancingo, que la ubica como la peor ciudad para vivir, mismo sitio que ocupó en 2014.
Al cuestionar a Leyva Mena sobre dichos resultados sólo se limitó a decir: “no me preocupa como entro sino como voy a salir”. (Notymás)