* El titular de Sefina advierte que se deberá adelgazar la nómina, porque la administración de Rogelio Ortega la dejó “bastante gorda”

 

* Sin embargo, el funcionario no precisó si investigan a funcionarios de pasados gobiernos por esta situación

 

Ana Lilia Torres

 

ACAPULCO.— Ante la magnitud del descalabro en las finanzas públicas que dejó la administración de Rogelio Ortega Martínez, el gobierno del estado tendrá que implementar un plan de austeridad durante los próximos tres años, informó el secretario de Finanzas y Administración, Héctor Apreza Patrón, quien no precisó si hay o no funcionarios de pasados gobiernos que sean investigados por ese motivo.

En entrevista, el funcionario estatal informó que esto no implica que se vayan a afectar programas sustanciales de gobierno, porque ya tienen presupuesto federal etiquetado que no pueden orientarse para otros rubros.

Recordó que en su oportunidad declaró que para salir de la emergencia financiera coyuntural en diciembre pasado, se requerían 3 mil 323 millones de pesos, por lo que se logró con la Secretaría de Hacienda un apoyo extraordinario de mil millones de pesos y un adelanto de partidas presupuestales por 2 mil 323 millones.

Explicó que fue de tal magnitud el descalabro financiero, que el gobierno del estado pudo en ese momento resolver, con los adelantos, la situación de emergencia, pero tendrá que devolver esos recursos anticipados este mismo año.

Apreza Patrón precisó que “esto nos lleva a que este año el gobierno del estado enfrenta una serie de restricciones financieras muy importantes, y a que nos ha llevado esto, a diseñar una estrategia de un plan de racionalidad y austeridad del gasto público en Guerrero”.

Expuso que “el quiebre financiero que nos entregaron no podrá resolverse en dos o tres meses, implica no menos de tres años, bajo esquema de total y absoluta austeridad y restricciones financieras” en el presente gobierno.

Sobre cómo afectará esto los programas de gobierno, explicó que el 80 por ciento de recursos del presupuesto de egresos tiene que ver con recursos federales etiquetados para obras y el 20 por ciento restante es para gasto corriente.

Explicó que un plan de austeridad no consiste sólo con dejar de pagar comisionados o congelar plazas, sino que se “tiene que ver cómo adelgazar la nómina burocrática, que por cierto nos la dejaron bastante gorda”, indicó.

Apreza Patrón señaló que está gestionando con la Secretaría de Hacienda la aprobación de recursos para el pago de 8 mil plazas fuera de techo presupuestal y con ello se quedarían con una nómina de 10 mil plazas concretamente en la Secretaría de Educación.

Por último, señaló que los programas de desarrollo económico dependen fundamentalmente de presupuesto federal y “tenemos una dependencia brutal” en ese aspecto en Guerrero, por lo que habrán de seguir buscando partidas para tener un crecimiento en esta materia este año.

En ningún momento, el funcionario informó si presentarán o si ya hay denuncias en contra de funcionarios de pasadas administraciones que pudieran ser responsables de lo que en reiteradas ocasiones llamó descalabro financiero de la administración pública estatal.