* El águila azteca
* No viajar a Guerrero
Isaías Alanís
Y una vez más, EPN hace el ridículo en el extranjero por quedar bien con un multihomicida serial como el rey Salman Bin Abdulazis Al Saud de Arabia Saudita.
Si el caso Moreira desnudó al estado mexicano de complicidad o cuando menos hacerse de la vista gorda de los delitos cometidos por el profe.
La entrega de la condecoración de la Orden del Águila Azteca conferida así nomás al rey Abdulazis, rompió el turrón de las sospechas sobre la visita presidencial. Pensadores, artistas, intelectuales orgánicos al servicio del sistema han levantado su voz por este hecho absurdo.
La Orden Mexicana del Águila Azteca, creada en 1933 es la más alta distinción que se otorga a extranjeros con el objeto de “reconocer los servicios prominentes prestados a la nación mexicana o a la humanidad”. Y tal parece que el triángulo formado por el presidente de la República, la secretaria de Relaciones Exteriores y el director General de Protocolo, secretario de la orden, se pasaron por alto los mismo lineamientos para otorgar la presea, que desde su fundación es muy explícita como lo señala el capítulo VI de La Ley de Premios, Estímulos y Recompensas Civiles.
En el artículo 41, la Orden Mexicana del Águila Azteca especifica: “se otorga en siete grados o categorías en orden descendente”. Y la normatividad es muy clara: “En el artículo 42 se indica que en casos especiales a juicio del consejo, podrán conferirse a extranjeros distinguidos, según sus méritos, los diferentes grados de la Orden Mexicana del Águila Azteca, excepción hecha del Collar de la Cruz…”. Ajá y como al tal decapitador de opositores, y crucificador de seres humanos, le fue conferido el Collar de la Cruz?
Abdulazis recientemente ordenó ejecutar a un líder religioso y a tres estudiantes que habían participado en 2011 en movilizaciones durante la primavera árabe; y acusados de terrorismo; y de pertenecer a Al Qaeda también mandó asesinar a 43 supuestos terroristas. Que coincidencia, allá 43 opositores aquí 43 normalistas.
Existen imágenes de la prensa internacional de la decapitaciones masivas ordenadas por el rey y es terrible ver sobre las baldosas de los centros de sacrificio fuera de todo sentido de humanidad y por encima de los derechos humanos, y de cualquier sistema cavernícola de justicia, como hincados, con el rostro cubierto con una venda los elegidos esperan el filo de la cimitarra que blande un hombre corpulento y las imágenes muestran como corre la sangre, coágulos, ríos de sangre de las víctimas.
Desde su fundación la Orden Mexicana del Águila Azteca ha sido otorgada a personajes como Mandela, Gabriel García Márquez (1982); Plácido Domingo (1987), entre otros personajes que han hecho aportaciones a la humanidad.
¿Por qué míster president se les ocurrió otorgársela al rey Salman bin Abdulazis que no es digno recipiendario de la Orden del Águila Azteca?
Y en ese abrazo de condecoraciones mutuas donde el turrón de azúcar podría estar ensangrentado ¿La visita del presidente a Arabia Saudita, en guerra con Irán, no traerá problemas a México? ¿Quién aconsejó al presidente intercambiar lazos comerciales con los árabes en pleno descenso del precio del crudo, la caída de la economía por la devaluación del peso y por encima de la animadversión de países europeos por la monarquía saudí? Y a quién se le ocurrió que ¿en plena chapinización mediática para desviar la atención del desastre económico anunciado por Carstens; que la deuda de México creció en los últimos tres años, más que en los doce de Zedillo y Fox; y la crisis de gobernabilidad, impunidad, y justicia desde el extranjero, que se tolera y no se castiga en México es el pan nuestro de cada día?
Interrogantes que debe responder el gobierno a los mexicanos y también si algunos ex gobernadores van a seguir el camino de Moreira: Rodrigo Medina de la Cruz; Juan Sabines Guerrero; Luis Armando Reynoso Femat; Fidel Herrera; Narciso Agúndez; Eugenio Hernández Elordy; Mario Marín, y los que están en funciones; César Duarte Jáquez y Javier Duarte enredado con crímenes a comunicadores, y por la reciente desaparición de 5 jóvenes en Tierra Blanca. Y las peligrosas jácaras del colaboracionismo entre funcionarios-empresarios que tienen el petróleo y el oro en su bolsa, blanqueadores oficiales o directo con los barones de las drogas para evitar intermediarios.
CHIN, TAN BIEN QUE IBA EL TURISMO
Como otra maldición y no la de Malinche sino de los Estados Unidos y Reino Unido, ambas naciones por separado lanzan advertencias a sus connacionales de no viajar a Guerrero por carretera, sólo por avión y en el caso de Acapulco, jamás separarse ni un milímetro de la Costera como lo reseñó La Jornada y Reforma.
Que culeis. No transitar por la carísima Autopista del Sol, la carretera a Zihuatanejo. No salir del área turística por seguridad. Los gringos escamotean cifras del año pasado al afirmar que Guerrero fue el estado más violento con 2 mil 94 homicidios y secuestros, últimamente masivos. Ante estos señalamientos que van impactar en el turismo, la administración acapulqueña de Evodio Velázquez vía el gobierno federal y estatal deben de instrumentar acciones para contrarrestar esas alertas gringas y británicas. El abandono de la industria turística durante la gestión de Zeferino Torreblanca Galindo fue catastrófica, durante ese periodo, sólo hubo dos eventos de trascendencia en seis años.
El alcalde porteño, tiene que buscar los caminos y devolverle a Acapulco su presencia internacional y nacional. Cerrar filas con el gobernador del estado para buscar medidas ante la crisis y apostarle a la creación de nuevas formas de atraer al turismo, ya no sólo al tradicional de playa, sino desvelar el potencial turístico ecológico y de aventura en las dos costas del estado.
Comenzar por la pacificación, medida de confort institucional y un parte aguas definitivo para erradicar con el programa emergente anunciado por EPN la pobreza, y enfrentar la violencia desde todos los frentes, institucional y ciudadano.