SADYHEL ASTUDILLO
Durante mis años como estudiante de licenciatura, tuve un profesor que continuamente nos platicaba varias de sus anécdotas tras haberse recibido de la carrera, una de ella es la siguiente (la recuerdo a grandes rasgos): “Me reuní con uno de mis amigos en un bar, una vez ahí me comentó que llegarían conocidos suyos que tenía tiempo sin ver. Cuando llegaron se saludaron y su amigo le comentó que había terminado la carrera de leyes, por lo tanto dijo que era abogado; mientras que al momento de presentar a mi profesor con sus amigos, lo hicieron como egresado de ciencias químicas. Después de que sus amigos se marcharon el profesor preguntó, por qué lo había presentado como el que estudió química, a lo que su amigo le respondió: ni modo que les dijera que era mi amigo él químico; a lo cual el profesor exclamó, pues eso soy, a lo que su amigo agregó, sí, pero es como si les dijera: les presento a mi amigo el tóxico”.
Si bien, las personas que no son muy adeptas a la química, o no se acercaron a ella durante su paso por la secundaria y preparatoria, tienen un panorama realmente escaso y superfluo sobre lo que esta ciencia conlleva. Si agregamos a esto que, la química como materia escolar es vista como algo tedioso y un mero requisito para seguir avanzando por nuestro historial académico, provoca que sea realmente pequeño el número de personas que se interesen un poco por ella.
Lo que ocasiona que las personas no allegadas a la ciencia, vean a los químicos y/o científicos como los representan en los medios de comunicación masiva: personas introvertidas, que hablan un idioma que solo ellos entienden, antisociales, con enormes lentes y en algunos casos hasta desquiciados o un poco locos, cabe mencionar que también son vistos como villanos, o a quien no le resulta familiar el sobrenombre “científico loco”. Entonces, si un menor de edad que apenas está comenzando a generar sus propios juicios es expuesto a este tipo de información y representaciones, inevitablemente comenzará a relacionar la ciencia (en este caso la química) con aspectos negativos en general.
Regresando a la historia de mi profesor, se justifica entonces el porqué del comentario de su amigo de presentarlo como su “amigo el tóxico”. Probablemente por su mente pasaron mil y un imágenes cuando mi maestro le comentó que estudió la carrera de química, se lo imaginó en laboratorio sucio, desordenado, donde apenas entra un poco de luz, rodeado de matraces, tubos de vidrios, líquidos de diferentes colores —principalmente verdes fosforescentes— los cuales están en recipientes con letreros como: peligro, toxico, no tocar, virus, bacterias, restos biológicos y varios etcéteras. Entonces, concluyó que al ser un químico y estar rodeado por este tipo de materiales, es una persona tóxica.
Todas estas representaciones e imaginaciones no pueden estar más alejados de la realidad. Si bien una buena parte de las personas egresadas de la carrera de química o afines dedican una enorme cantidad de su tiempo a trabajar en laboratorios y si, también es cierto que están rodeados de material de vidrio, tubulares, redondeados, en espirales y de distintas formas, sin embargo y porque el estudio bien lo requiere, el espacio donde se trabaja debe estar ordenado, limpio y accesible. Cada sustancia está en su respectivo recipiente, sea de vidrio ámbar, de plástico, o refrigerado, etc. Y si bien, la mayoría de los científicos y personas allegadas a las ciencias que conozco son bastante accesibles, de hecho para que una persona se dedique a la docencia en el área de ciencias o a la investigaciones, quiere decir que está realmente preparada y que tiene en su haber y en su memoria una buena cantidad de información sobre temas variados, por lo tanto, son personas que bien deberían de mantener buena y tendida charla sobre el tema que tu desees, además de tener la facilidad de palabra y explicación para que el receptor reciba el mensaje de la manera correcta.
Por lo tanto, la próxima vez que veas una película, serie o leas un libro o comic y en estos aparezca el científico loco, no te quedes con esa imagen, recuerda que si bien es pura ficción y si realmente quieres juzgar o entender las cosas en carne propia, te invito a que te acerques a conocer un poco más de la ciencia, en tu biblioteca más cercana encontraras varias opciones para acercarte a ella (en lo personal los libros de ciencia del Fondo de Cultura Económica los considero muy buenos), quien sabe, en una de esas la ciencia te atrapa y decides volverte el amigo toxico de alguien.