El fiscal y su doble problema para el gobierno

 

Noé Mondragón

 

Al fiscal general del estado, Miguel Ángel Godínez Muñoz, le está yendo como en feria. Porque a la pretensión de reelegirse en la titularidad de esa dependencia, los hechos violentos y hasta de corrupción le han pegado con notable fuerza. Desgastándolo y menguando su capacidad para operar en esa pretensión. Aunado a una situación harto deprimente: Godínez no ha estado a la altura de las horrendas y violentas circunstancias que han elevado la estadística criminal en las últimas semanas en toda la entidad. Es obvio que no hay resultados. Y así, no debería darse su reelección. Además, existe una nueva administración estatal, que necesita de sus propios cuadros en la estructura de las decisiones públicas. Es de valores entendidos que deba irse. Hay puntos ineludibles al respecto.

FISCAL AGOTADO.- Este miércoles fue el último día de Miguel Ángel Godínez, al frente de la Fiscalía General del Estado (FGE). Quizá por ello, le atizaran a su urgente salida. Y se  mide de varias formas: 1.- El titular de la Fiscalía Especializada para la Atención de los Delitos Electorales (Fepade), Jesús Zamora Muñoz, denunció que el Fiscal Godínez Muñoz no le he entregado cerca de 12 millones de pesos, situación que limita sensiblemente, la operación de la propia Fepade. Y ese déficit financiero impactará de frente en la elección extraordinaria que se realizará en el municipio de Tixtla, el próximo 29 de noviembre. Es decir, las denuncias por delitos electorales podrían encontrarse con la apatía y el estancamiento, debido justamente a dicha situación. Y el fiscal apela a quedarse “unos días más” en la dependencia, justamente para intentar limpiar su imagen ante las acusaciones del titular de la Fepade. No para investigar la ola de delitos que se le acumulan y de los cuales se ha convertido en simple vocero. 2.- El problema poselectoral que podría surgir en la elección extraordinaria de Tixtla, imbricaría de algún modo, a la propia FGE. Porque el titular de la Fepade, se lavaría las manos atribuyendo su indolencia -y ya se está curando en salud al respecto-, a la falta de recursos no liberados por el fiscal Godínez. Y esta situación a su vez, le estallaría en las manos al propio gobierno estatal. De esta forma, el gobernador Héctor Astudillo, tendría que lidiar no solo con los problemas de la violencia y la inseguridad –que son compartidos por la propia FGE-, sino con un eventual conflicto electoral derivado justamente, de la incapacidad para operar del fiscal Godínez Muñoz. De este modo, dicho personaje está generando un doble problema para la actual administración estatal. Pero es el único que no se da cuenta de lo anterior. 3.- En la comunidad serrana de Polixtepec, municipio de Chichihualco, la violencia volvió a resurgir el pasado lunes. Esta vez con cuatro víctimas fatales atribuidas a la operación de la delincuencia organizada. Y en el municipio de Chilapa, se contabilizaron ayer martes, otras cuatro. Más las de Acapulco y Chilpancingo. El caos es real. Mucha ciudadanía está a merced del hampa. El miedo, el horror y el terror se conjugan cotidianamente. Es evidente que el resguardo de la seguridad pública requiere del apoyo de todas las fuerzas del orden. Y de los gobiernos municipal, estatal y federal. Pero en este carril, no se sabe a ciencia cierta, cuál es el que le corresponde asumir o con qué estrategia se involucra en el combate al delito, la propia FGE. Ponderar la simple titularidad de la FGE por tener chamba y percibir un salario oneroso, se contrapone notoriamente con los anémicos resultados entregados por el Fiscal. De ahí la urgencia de que se vaya.

HOJEADAS DE PÁGINAS…En la Dirección de Comunicación Social del gobierno estatal, el gobernador Héctor Astudillo se equivocó al designar como titular de esa área, a la ex diputada local, Erika Lührs Cortés. Porque carece de tablas en el manejo de área. Y ha proyectado muy temprano, problemas no solo con el trato sensible hacia la prensa, sino también con los proveedores y trabajadores que laboran en esa dependencia, muchos de los cuales, han comenzado a quejarse del trato despótico de Erika. Y es un espacio estratégico, que requiere tejido político fino. No posturas arrogantes ni autoritarias.